Los cardiólogos le declaran la guerra al azúcar
Ya lo hizo la Organización Mundial de la Salud. Ahora, los cardiólogos estadounidenses recomiendan que los niños no ingieran más de 25 gramos (seis cucharaditas de té) de azúcar al día.
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Ya lo hizo la Organización Mundial de la Salud. Ahora, los cardiólogos estadounidenses recomiendan que los niños no ingieran más de 25 gramos (seis cucharaditas de té) de azúcar al día.
Una investigación liderada por Sergio Cinza presidente de Semergen Galicia, analizará los factores de riesgo en España para mejorar los tratamientos.
Volver de vacaciones tras el verano supone engordar entre dos y tres kilos, según calculan las sociedades médicas, que obviamente matizan que depende mucho de cada persona y sus circunstancias. Pero hay un patrón común: y es que la inactividad, los excesos alimentarios y el alcohol añaden un sobrepeso que puede que se acabe arrastrando hasta Navidad (cuando vuelta a empezar).
Ocho de cada diez personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso. Si bien existe una susceptibilidad genética a desarrollar la enfermedad, el sedentarismo y el exceso de grasa abdominal marcan el inicio de la enfermedad. Cuantos más años se padece, más difícil es su control. La estrecha relación entre obesidad y diabetes ha servido para acuñar el término diabesidad.
Comer más grasas no saturadas, especialmente grasas poliinsaturadas, en lugar de carbohidratos en la dieta o grasas saturadas, reduce los niveles de azúcar en la sangre y mejora la resistencia a la insulina y la secreción, según concluye un nuevo meta-análisis de datos de 102 ensayos aleatorizados controlados sobre la alimentación en adultos, cuyos resultados se publican este martes en la revista 'PLoS Medicine'.
En las vacaciones la rutina se olvida, las obligaciones se reducen, y el control en los hábitos saludables se flexibilizar, lo que para muchos puede suponer más comidas fuera de casa y más copiosas... en consecuencia, se aumenta la ingesta de alcohol y el abuso de grasas y dulces que pasan factura tras el verano en forma de kilos de más, de media 3 kilos cada verano.
Investigadores de la Universidad de Brown (Estados Unidos) han descubierto que la reducción del riesgo cardiovascular que consiguen los pacientes con diabetes tipo 2 cuando pierden peso puede mantenerse aunque luego vuelvan a engordar, ya que les ayuda a mejorar sus niveles de azúcar en sangre y de colesterol y a reducir su presión arterial a largo plazo.
El consumo de una dieta basada en vegetales --especialmente una rica en alimentos de origen vegetal de alta calidad, como granos enteros, frutas, verduras, frutos secos y legumbres-- está vinculada con sustancialmente menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, según concluye un nuevo estudio de la Escuela TH Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Cambridge, Massachussetts, Estados Unidos.
Diversas investigaciones científicas sugieren que el contenido total de grasa no es una medida útil de los daños o beneficios que producen los alimentos.
El Instituto DKV de la Vida Saludable, en colaboración con la Universidad de Padres y otras instituciones como Ayuda en Acción y la Fundación Alicia han puesto en marcha la mayor iniciativa realizada en España para la prevención y el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en niños.
Según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el consumo de 45 gramos diarios (que equivale a tres raciones) de granos completos, reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 20%, y de padecer cáncer de colon en un 18%.
El Departamento de Salud de la Generalitat ha editado un libro con 44 recetas, titulado "Comer bien para vivir mejor", pensado para personas con diabetes y obesidad, en el que ofrece información sobre los tipos de cocción y las cantidades recomendadas de los alimentos básicos.
Hay que tener en cuenta que la probabilidad de padecer una celiaquía aumenta en determinados grupos de riesgo. Estos incluyen primordialmente a los familiares de primer grado, determinadas enfermedades autoinmunes (diabetes tipo I, hipotiroidismo, etc.) y algunas cromosomopatías como el síndrome de Down.
Los especialistas Javier Maravall y Miguel Ibáñez abordan las consecuencias de la suma de ambos factores para la salud (diabetes y obesidad) y cómo puede reducirse ese riesgo.
Hoy se celebra el Día Europeo de la Obesidad, enfermedad que padece el 10% de los niños españoles y el 21,6% de los adultos de 25 a 64 años.
Los azúcares añadidos aparecerán por primera vez en las etiquetas de alimentos empaquetados vendidos en EE.UU., como refrescos o salsa de tomate, gracias a unas modificaciones anunciadas hoy por la primera dama, Michelle Obama, y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
La Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (OEAA), que agrupa a asociaciones profesionales de 32 países europeos, ha alertado en un informe de que, "a menos que se haga algo con rapidez", la obesidad y el sobrepeso "van a tener un efecto devastador en los costos de salud y la productividad", ya que estiman que afectará a más de la mitad de todos los ciudadanos europeos en 2030, llegando al 90 por ciento en algunos países.
La planta conocida como 'Stevia rebaudiana' es originaria de las zonas tropicales de Sudamérica, sobre todo Paraguay y Brasil. Se la conoce allí como hierba dulce por sus propiedades edulcorantes y ha sido empleada durante cientos de años por los indios americanos guaraníes por su capacidad para endulzar pero también como planta medicinal.
Consumir 45 gramos diarios (tres raciones) de cereales integrales reduce relativamente el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 en un 20 por ciento y en un 18 por ciento el de padecer cáncer de colon, según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Investigadores de la Anglia Ruskin University, en Reino Unido, aseguran que el consumo habitual de comida basura puede provocar un incremento de los niveles de azúcar en sangre y un daño renal similares a los causados por la diabetes tipo 2, según datos publicados en la revista 'Experimental Physiology'.