Bioinformática y nutrición de precisión para evitar la diabetes
El potencial de la bioinformática en la nutrición de precisión es clave para mejorar la salud y prevenir enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes, y otras como las cardiovasculares o el síndrome metabólico, ya que permiten obtener datos valiosos para el ámbito de la medicina de precisión, la salud pública o la epidemiología nutricional.
En este sentido, Víctor de la O Pascual, director del Máster en Bioinformática de UNIR, ha señalado que “el análisis de los datos bioinformáticos permite procesar y analizar datos ómicos (como los genéticos, metabólicos, proteómicos, transcriptómicos, metagenómicos, entre otros) para comprender cómo los individuos responden de manera diferente a los mismos nutrientes y patrones dietéticos”.
Por su parte, Edwin Fernández, director del Máster en Estudios Nutricionales de Precisión y Epidemiología Nutricional de esta Universidad, ha señalado que “el análisis de datos puede revelar qué personas pueden tener más predisposición a enfermedades, por eso cuando implementamos la bioinformática en la nutrición de
precisión podemos establecer una intervención preventiva o incluso realizar dietas más precisas”.
Según estos profesionales, la bioinformática permite obtener datos valiosos para el ámbito de la medicina de precisión, salud pública y epidemiología nutricional. En este sentido, Víctor de la O Pascual ha detallado que “de la misma manera que el big data se utiliza en el campo de las ingenierías, nanzas o marketing, la bioinformática permite obtener datos valiosos en el ámbito de la medicina de precisión, salud
pública y epidemiología nutricional para tratar a aquellas personas más propensas a desarrollar enfermedades como la diabetes o la obesidad y ajustar su dieta para mitigar estos riesgos”.
La bioinformática es una herramienta muy útil para la medicina preventiva, la salud pública y la medicina de precisión que tiene mucho recorrido para evitar enfermedades con gran incidencia en la población. Respecto a este punto, Edwin Fernández, ha comentado que “cuando un paciente acude a una consulta de nutrición es porque ya tiene un problema, una práctica muy habitual ya que los cambios de hábitos alimenticios surgen cuando el problema ya es evidente”, aunque aclaró que “si se incorporan datos genéticos y bioinformáticos de los pacientes se puede realizar un asesoramiento nutricional personalizado que tome en cuenta múltiples factores para personalizar esas recomendaciones dietéticas y hacer una intervención más e caz para no llegar a desarrollar una patología”.