Condimentos naturales
Los condimentos son las sustancias que se añaden a los alimentos con el fin de modificar su sabor, olor o mejorar su conservación.
No tienen ninguna función nutritiva directa, pero actúan como estimuladores de los sentidos y de las glándulas digestivas, contribuyendo a una buena asimilación de los alimentos.
Se clasifican en:
- Condimentos naturales
- Especias o condimentos aromáticos
- Condimentos preparados o sazonadores
- Sucedáneos de especias
- Otros condimentos, salsas de mesa
Los condimentos naturales lo forman dos nutrientes: La sal y el vinagre.
La sal común ocupa un lugar destacado, es el condimento que más se utiliza para intensificar el sabor de los alimentos. Cuando se utiliza en grandes cantidades también tiene una acción de conservante (salazón).
Las fuentes principales son el agua marina y de los grandes lagos salados, y los depósitos que se han formando en distintas partes del planeta durante las épocas geológicas pasadas.
Su origen es el que va a confeccionar las distintas denominaciones que tiene la sal. Así tenemos:
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Sal Piedra o Gema: procede de yacimientos naturales.
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Sal marina: procede de la evaporación del agua del mar.
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Sal de fuente o mineral: procede de la evaporación de aguas minerales.
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Sal común: cualquiera de las anteriores purificada por lavado o por dilución seguida de una cristalización.
En el mercado nos encontramos diferentes tipos de sal por:
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Grosor: fina, gruesa o extragruesa.
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Especiales:
- De mesa, a la que se le han añadido otros minerales.
- Yodada, que se le añade yodo para la prevención del bocio.
- Fluorada, contiene fluor para la prevención de las caries.
- Yodo-Fluorada, se le añade fluor y yodo.
- Salmuera, que es la dilución de sal en agua y a la que se le puede haber añadido vinagre u otras sustancias aromáticas autorizadas.
La sal, por su contenido en sodio, tiene un papel perjudicial en muchas enfermedades, por este motivo, para contrarrestar el efecto producido por una restricción de sal, se crearon los sustitutos de la sal que son compuestos en los que se ha sustituido el sodio de la sal por otros ácidos. Una de estas sales es la que contiene potasio, que también hay que controlar por sus efectos negativos en algunas enfermedades, como pueden ser todas las insuficiencias renales.
Las recomendaciones de sal en la dieta de una persona con diabetes son:
- Evitar un consumo excesivo.
- Menos de 800 mg. por comida o 400 mg. por alimento.
- La ingesta de sal diaria debe ser menor de 5g al día.