Los expertos deciden sobre los edulcorantes light
En 2014 aparecía publicado un estudio en la revista Nature en el que se defendía que la sacarina y otros edulcorantes artificiales modifican la flora intestinal de un modo que facilita el aumento de peso, hecho que a su vez dificulta el control del nivel de azúcar en la sangre y aumenta el riesgo de diabetes tipo 2.
Después de este artículo, algunas organizaciones respondieron que la seguridad de los edulcorantes bajos en calorías ha sido confirmada una y otra vez por los científicos y los organismos reguladores de todo el mundo. Entre estos, se han pronunciado en varias ocasiones, por ejemplo, la Food and Drug Administration (FDA), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y Health Canada.
Se ha dicho que los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías pueden desempeñar un papel importante en el control del peso. Según los autores del artículo "The Role of Low-calorie Sweetneres in Diabetes”, publicado en la revista científica US Endocrinology, el uso de edulcorantes bajos o sin calorías “puede facilitar a las personas con diabetes y prediabetes el control de sus niveles de glucosa en la sangre y la pérdida de peso corporal”.