La diabetes y la hipertensión no diagnosticadas suponen un grave riesgo para los riñones
Los expertos advierten de que la diabetes e hipertensión no diagnosticadas suponen un grave riesgo para los riñones y de hecho uno de los peores enemigos de los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) es el carácter silente de esta patología, según se apunta desde el Hospital Nisa Rey Don Jaime con motivo de la celebración el próximo 9 de marzo del Día de la Enfermedad Renal.
Así, explican que con frecuencia no se detecta ninguna manifestación clínica hasta que se ha producido una importante pérdida del funcionamiento renal y entonces "no podemos revertir el deterioro". Sin embargo, si se controlan los factores de riesgo cardiovascular "es posible ralentizar la progresión de la enfermedad renal crónica".
Por ello, es "fundamental" que aquellas personas que presenten uno o más de los llamados factores de riesgo cardiovascular como son la hipertensión arterial, diabetes mellitus, tabaquismo, sedentarismo, dislipemia, edad por encima de los 60 años o antecedentes familiares, se sometan a controles periódicos de función renal, ya que un diagnóstico precoz de la enfermedad se asocia a un mejora pronóstico.