El "fármaco" más saludable
Normalmente se suele valorar el ejercicio como una forma de perder peso y una evidente mejora en la condición física retrasando la aparición de fatiga. Pero una actividad física regular y constante reduce también el riesgo de muerte prematura y previene el riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares; reduce un 50 por 100 el riesgo de desarrollar diabetes tipo II; previene problemas como osteoporosis, dolor lumbar y multitud de patologías osteoarticulares. Además, mejora el funcionamiento del sistema nervioso, respiratorio, locomotor, digestivo y cardiocirculatorio y retrasa en general los procesos de envejecimiento.
En el aspecto mental incrementa el bienestar psicológico, reduce el estrés, la ansiedad y las sensaciones de depresión y de aislamiento con un importante aumento de la autoestima y mejora la capacidad cognitiva, el intelecto y la memoria. Ayuda también a prevenir o controlar comportamientos de riesgo, especialmente entre niños y jóvenes, como el tabaco, el alcohol u otras sustancias. Es realmente difícil encontrar algo que con tan poco esfuerzo suponga tantos beneficios.