Su privacidad es importante para nosotros

Utilizamos cookies propias y de terceros que permiten el funcionamiento y la prestación de los servicios ofrecidos en el Sitio web, así como la elaboración de información estadística a través del análisis de sus hábitos de navegación. Al pulsar en Aceptar consiente expresamente el uso de todas las cookies. Si desea rechazarlas o adaptar su configuración, pulse en Configuración de cookies. Puede obtener más información en nuestra Política de Cookies.

  • Cookies necesarias Las cookies necesarias ayudan a hacer una página web utilizable activando funciones básicas como la navegación en la página y el acceso a áreas seguras de la página web. La página web no puede funcionar adecuadamente sin estas cookies.
  • Cookies de estadística Las cookies estadísticas ayudan a los propietarios de páginas web a comprender cómo interactúan los visitantes con las páginas web reuniendo y proporcionando información de forma anónima.
  • Cookies de marketing Las cookies de marketing se utilizan para rastrear a los visitantes en las páginas web. La intención es mostrar anuncios relevantes y atractivos para el usuario individual, y por lo tanto, más valiosos para los editores y terceros anunciantes
Obesidad   Fundación para la Diabetes

La violencia estética contra las mujeres gordas: la última frontera de la opresión patriarcal

Ser mujer en esta sociedad es un reto constante, pero ser mujer y gorda es una condena. Desde que tenemos uso de razón, se nos enseña que la única manera de ser valiosas es ser delgadas, deseables, moldeables a los estándares que dicta el patriarcado. ¿Cuántas mujeres han crecido sintiendo que su cuerpo era un error, una carga, un obstáculo para su propia felicidad? ¿Cuántas de nosotras hemos sido reducidas a cifras en una báscula, a centímetros de grasa que hay que exterminar, a una “antes y después” que dicta nuestra valía?

La gordofobia es violencia. Una violencia cotidiana, sistemática, disfrazada de preocupación por la salud, de consejos bienintencionados, de comentarios casuales sobre “lo bien que se ve una cuando baja unos kilitos”. La violencia que sufrimos las mujeres gordas no es solo una cuestión de burlas o insultos. Es la negación de nuestra existencia en los espacios públicos, la condena al ostracismo social, la falta de representación en el cine y la publicidad. Es vernos convertidas en chiste, en advertencia, en fetiche o en proyecto de redención, pero nunca en protagonistas de nuestra propia historia.