¿Por qué los niños con sobrepeso tienen más probabilidades de desarrollar diabetes?
Las implicaciones del sobrepeso en la infancia y en la adolescencia son, sin ni siquiera llegar a tratarse de obesidad, de gran calado para la salud física y emocional de quienes lo padecen.
Las consecuencias más graves del sobrepeso en niños y en adolescentes no suelen presentarse de inmediato, sino que lo harán en el futuro. La cuestión es que ese futuro no es demasiado lejano, si no que suele llegar cuando aún son muy jóvenes, nada más pasar la adolescencia, según nos explica el Dr. Alfredo Alonso Poza, jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y cirujano en el Hospital Quirón San Camilo de Madrid.
“A corto plazo pueden tener una resistencia insulínica que no se va a manifestar salvo en casos extremos, es decir, en índices de masa corporal superiores a 40 o cuando denominaríamos niño obeso al que tiene un percentil de peso superior al 95%”. A excepción de estas situaciones más extremas, en las que las consecuencias pueden presentarse incluso en la infancia o en la adolescencia, los niños y adolescentes con sobrepeso desarrollarán, por lo general, “una futura diabetes tipo dos que se manifestará en la edad temprana, acabada la adolescencia”.
Estos niños, además, “lo que van a padecer es una mayor predisposición a enfermedades cardiovasculares, una mayor predisposición a tener un síndrome de ovario poliquístico, una mayor predisposición al hirsutismo, es decir, el crecimiento excesivo de vello, una mayor predisposición a tener hipertensión arterial de forma temprana y también una mayor propensión a tener hipercolesterolemia en sangre y, por lo tanto, todas las enfermedades asociadas y vinculadas a estos trastornos”, advierte el Dr. Alfredo Alonso Poza.
El especialista hace hincapié en otras consecuencias que pueden sufrir, con mayor probabilidad, los menores con sobrepeso ya en la infancia o en la adolescencia y es una cierta discriminación social, lo que desembocará en baja autoestima. “Son niños que, en el fondo, están estresados y niños que, al sufrir esta discriminación, se retrotraen, se refugian aún más en sí mismos y, por lo tanto, van a padecer ya de forma precoz estos cuadros de ansiedad y de baja autoestima que harán que en un futuro el niño desarrolle un cuadro depresivo”.