La obesidad infantil, un problema de salud que sí entiende de clases
Un estudio que analiza por autonomías los planes públicos contra el sobrepeso indica que pierden efectividad en hogares con rentas bajas.
Un tercio de los niños vascos tiene sobrepeso y la pandemia ha contribuido a convertir la obesidad infantil en un problema de salud en Euskadi, donde la sufren el 8% de los niños y el 5,7% de las niñas de entre 2 y 17 años. Son cifras que preocupan a las instituciones vascas, que en los últimos años han lanzado varias campañas para luchar contra el sedentarismo y el sobrepeso infantil, aunque un estudio médico que analiza los esfuerzos preventivos de las comunidades autónomas del Estado concluye que las administraciones tienen una «capacidad limitada» para hacer frente a este problema. Es más, los resultados del informe sugieren que las políticas públicas orientadas a afrontar la obesidad infantil pueden ser útiles en las familias de clase media y alta, pero no calan entre las clases bajas, donde el riesgo de sufrir sobrepeso se duplica. Un factor que «podría contribuir indirectamente a aumentar las desigualdades en la obesidad infantil», advierten los autores.
La revista científica Gaceta Sanitaria ha publicado el estudio 'Los esfuerzos preventivos de las comunidades autónomas y la desigualdad socioeconómica en la obesidad o el sobrepeso infantil', que analiza el esfuerzo desarrollado por las 17 comunidades autónomas desde 2003 hasta la fecha. Los resultados arrojan que «la probabilidad de obesidad o sobrepeso infantil aumenta sustancialmente» si los progenitores o tutores del menor «también presentan obesidad o sobrepeso». Al mismo tiempo, se aprecia «una clara relación inversa entre la clase social y el sobrepeso», donde a menor renta familiar crecen los riesgos de sufrir obesidad. «Las políticas implementadas por las comunidades se asocian con una disminución significativa de la prevalencia solo para la población infantil que pertenece a clases sociales altas y medias», subraya el estudio.