Entrevista a Antonio Ortega, Ironman 2010
“Con la diabetes tienes que tener un cuidado extra, pero pienso que a la larga esto se convierte en una ventaja, con la que no cuentan otros participantes"
Nombre: Antonio Ortega
Fecha nacimiento: 1970
Lugar: Tenerife (Canarias)
Diabetes: Tipo 1 desde 2003
¿Cuántos años tienes Antonio?
En la actualidad tengo 40 años.
¿Desde cuándo practicas deporte y qué tipo de deportes practicas habitualmente?
Siempre he practicado deporte, me gusta mantenerme en forma. En el instituto jugaba al baloncesto, en la Universidad al rugby, deporte que he practicado hasta hace unos cinco años, momento en el que empecé a practicar algo de ciclismo de carretera con un grupo de amigos haciendo rutas los fines de semana. Todo eso siguió así hasta hace un año exactamente, que empecé a preparar el Ironman de Lanzarote 2010 (celebrado a finales de mayo de 2010). Hasta ese momento, solía ir a correr una o dos veces por semana, a veces ninguna, y los sábados por la mañana hacer unas tres o cuatro horas de bicicleta de carretera.
Para el que no lo sepa, el Ironman es la prueba más exigente del triatlón. Consta de 3.800 m. de natación, 180 km. de ciclismo y 42,2 km. de pedestrismo (trote). La carrera tiene un tiempo límite de 17 h., un tiempo promedio de 12 horas, y el tiempo récord actual es de 8:04:08. (Ironman de Hawaii -1996) establecido por Luc Van Lierde. Los triatletas que compiten en esta distancia deben de entrenar duramente para esta prueba, cubriendo grandes distancias de natación, ciclismo y trote a la semana durante un mínimo de uno o dos años, tanto a nivel amateur como profesional, además de participar en una serie de pruebas clasificatorias para llegar a competir. El solo hecho de clasificar es motivo de reverencia.
¿Desde cuándo tienes diabetes?
Debuté como diabético en enero de 2003.
¿Cómo influyó la diabetes en tu ritmo de vida, cambió mucho a la hora de practicar deporte?
Para mí la diabetes al principio fue un mazazo. No sabía que me había pasado, no entendía cuál podía haber sido la causa, pero en un principio era como si me hubieran cortado las alas y que mi vida fuera a estar siempre supeditada a mi enfermedad. Era consciente de que había que hacer deporte dentro del tratamiento de la diabetes, pero me daba miedo; pensar que podría darme una hipoglucemia me aterrorizaba... Me imagino que a muchos de los que hemos pasado por este momento les ha ocurrido lo mismo. Cuando retomé el deporte tenía muchas dudas, inseguridad, iba a correr al parque con los bolsillos llenos de caramelos por si me daba una hipoglucemia, cuando estaba en la piscina alertaba al socorrista de mi presencia en el agua, por si me ocurría algo. Era como si la diabetes fuera un cinturón que me atrapaba y limitaba mi independencia deportiva. Este cerco, con el tiempo, el conocimiento y control de la diabetes, se fue ensanchando y me ha permitido retomar una actividad física. A los cuatro meses de mi debut diabético, con todas las precauciones del mundo, volví a jugar al rugby.
¿Cómo surgió la idea del Ironman Lanzarote?
Las pruebas Ironman eran, desde hace algunos años, tema de conversación con algunos amigos, en especial con el menor de mis hermanos, Julio, que participó en el año 2009 en el Ironman de Lanzarote y en el del Reino Unido. Tuve la oportunidad de verlo en el primero de ellos. Fue tanto lo que disfruté que ya era un hecho que yo quería terminar un Ironman.
¿Cómo han sido los entrenamientos para esta exigente prueba? ¿Cómo has controlado la diabetes?
Antes de nada decir que los entrenamientos han sido duros. Yo comencé a entrenar en octubre de 2009 y en ese momento era más la ilusión que las posibilidades físicas. Una de las cosas que tenía claras era que la preparación de un Ironman tenía que ser meticulosa y no dejando nada al azar. En agosto de 2009 conocí al que ha organizado mi vida deportiva durante todo el proceso de preparación, Daniel Lapido, licenciado en INEF y entrenador de pruebas de larga distancia. Él estaba preparando a un grupo de triatletas para el Ironman de Lanzarote y me sumé a su equipo. Al principio tenía sus dudas, pero vio clara mi determinación en el objetivo y comenzamos esta aventura.Los entrenamientos, si digo lo contrario miento, fueron duros, de una constancia infinita, pero muy bien organizados y estructurados. Han sido ocho meses en los que he tenido que aprender de nuevo a nadar, a montar en bici y a correr.
Durante todo este tiempo he entrenado seis días por semana, con entrenamientos dobles cuatro o cinco días de cada semana. Con unos inicios suaves, de adaptación y con unos incrementos que han ido preparándome para el evento. Con el objetivo no sólo de terminar la prueba, sino que había que hacerlo corriendo. El control de la diabetes ha sido muy estricto, no se dejó nada al azar: ajuste de dosis de insulina, alimentación, tipo y cantidad de hidratos de carbono, sensaciones y niveles de glucemia antes, durante y después de cada entrenamiento. Todo con el conocimiento de los endocrinos que me tratan aquí en Tenerife. En ningún momento, y afortunadamente, la diabetes ha sido un problema, más bien una “dulce” compañía.
¿Quiénes están detrás apoyándote?
Mi familia, en especial mi esposa Elena. Cuando conocí a Daniel Lapido me dejó claro que en el orden de prioridades en el lugar más alto estaba la familia y que si no era así y si no tenía su apoyo no merecía la pena plantearse una prueba de este calibre. Tengo que confesarles que mi situación familiar tampoco es muy común, ya que somos familia numerosa, tenemos cuatro hijos, María de cinco años y los trillizos Antonio, Elena y Valeria de tres, por lo que en general todos: mis padres, suegros, hermanos y cuñados han puesto su granito de arena...
¿Qué piensan tus familiares y amigos cuando les cuentas que participarás en el Ironman?
Pues como es lógico que no estoy muy bien de la cabeza. En un principio incredulidad por la dureza de la prueba y en segundo lugar preocupación por la diabetes. Pero poco a poco han ido asumiendo que el reto era posible y que la diabetes no es un impedimento.
¿Cómo has vivido tu primer Ironman?
Lo he vivido con mucha intensidad, con mucho respeto y muchísima ilusión. En ningún momento me planteé no terminarlo y las doce horas diecisiete minutos que invertí en la prueba las disfruté de principio a fin.
¿Has tenido alguna dificultad por tu diabetes?
No más que otro atleta sin diabetes. Es cierto que siempre tienes que tener un cuidado extra, pero pienso que a la larga esto se convierte en una ventaja, con la que no cuentan otros participantes.
¿Piensas repetir?
Estoy inscrito para la edición del Ironman Lanzarote de 2011 desde la primera semana de junio.
¿Cual es tu próximo reto?
Hacer alguna media maratón antes de finalizar el año y continuar con mi preparación de la temporada que viene.
¿Algunas recomendaciones a los jóvenes con diabetes que quieran iniciarse en la práctica deportiva?
Que no se priven del placer de practicar deporte. Al principio tienes que tener muchas precauciones, sobre todo hasta que conoces cómo reacciona tu cuerpo ante diferentes esfuerzos, pero merece la pena mantener una vida activa porque sin duda a corto, medio y largo plazo te reporta una mejor calidad de vida y control de tu diabetes.