DiabCamp 2010, una experiencia mágica sobre diabetes y duendes. Visitamos el campamento organizado por ANADI
Como cada año, la Fundación para la Salud Novo Nordisk, con la colaboración de La Casera, ha concedido las becas Diabcamp, una ayuda para los niños que asisten a campamentos organizados por las Asociaciones de Diabéticos en toda España. Este año hemos visitado el campamento organizado por Anadi (Asociación Navarra de Diabéticos). A continuación os narramos cómo vivimos esta experiencia.
DiabCamp, una experiencia mágica sobre diabetes y duendes
Por: Beatriz Dueñas
Son las 9:30 a.m. y llegamos a Valdeavellano de Tera, Soria, dispuestos a disfrutar de un día de campamento con niños y jóvenes que pasan unos días de vacaciones formándose y divirtiéndose en estos campamentos. Los chavales ya han desayunado, enseguida nos ponemos las camisetas azules que nos ha regalado La Casera y nos vamos con el grupo de los pequeños a andar por el campo, mientras los más mayores, van a aprovechar el calor para darse un baño en la piscina.
Empezamos con buen ritmo, pero muy pronto, en el camino...¡¡Sorpresa!! Uno de los niños se encuentra con un pergamino con un mensaje escrito para el grupo:“Hay un Sr. de negro que lleva un bastón que representa el poder, el grupo de los pequeños no debe tener miedo y su misión es encontrar el bastón para hacerse con el poder”.
Entusiasmados seguimos caminando por el campo, buscando las señales rojas en los árboles que nos indican la ruta a seguir, hace calor pero el día es precioso, y cuando estamos llegando a una pequeña ermita, una niña encuentra una capa negra y en ella escondido el bastón que se parece mucho al que estaba dibujado en el pergamino. ¡¡Ya es nuestro!! pero, cuidado, ¡¡el hombre de negro anda cerca!! seguramente, escondido en la ermita.
Llamamos a la puerta que está cerrada pero no contesta, se ha escondido, los niños le han arrebatado el poder y tiene miedo de salir. Así que le dejamos allí pero muy contentos, nos llevamos su bastón. Caminamos y caminamos por el campo, y llega la hora de hacer el control de glucemia, así que nos paramos en un lugar fresco al lado de un riachuelo, y los monitores ayudan a los niños a medirse, y aprovechan para refrescarse un poco y comer algo.
Una vez repuestas las fuerzas, ya estamos preparados para continuar la marcha, vamos por senderos estrechos, en fila, nos adentramos en zonas con muchos árboles y vamos sorteando las piedras para no caernos, pero vamos a buen paso, ya queda poco para llegar a la siguiente parada, los monitores que conocen bien a los niños saben que este descanso les va a gustar mucho:
Después de divertirnos tanto en los columpios reemprendemos la marcha rumbo al albergue para llegar a la hora de la comida, aún no sabemos que nos aguarda otra sorpresita. Antes de llegar, nos asaltan unos duendes que conocen al Hada Mágica que visita el campamento por las noches, y estuvimos conversando con ellos contándoles que habíamos encontrado el pergamino en el que nos daban instrucciones para buscar el bastón del Sr. de negro. ¡¡Fueron tan simpáticos y amables!!
Tenemos mucho hambre y hoy hay espaguetis para comer, así que ya junto al grupo de los chavales mayores, debemos pasar primero por la sala de glucemias, un espacio habilitado en el albergue para que todos se midan el nivel de glucosa y así administrarse su dosis de insulina.
Hasta los más pequeños, orientados por los monitores y el personal sanitario, han aprendido a pincharse solos. Después de comer tiempo libre para jugar, dormir la siesta o conversar con los amigos. Pero un poco más tarde, otra vez, comienza la acción, esta vez eran los mayores los que salían a hacer senderismo y los peques se quedaron en el albergue bailando, jugando a la pelota y disfrazándose.
Ha sido un día estupendo, lleno de emoción y fantasía, en el que los chavales nos han demostrado que son capaces de hacer tantas y tantas cosas, sin que la diabetes les limite en absoluto.
Nos vamos deseando volver al año que viene con más juegos y personajes mágicos.