El Big Monday, un viaje por el mundo con diabetes
Hace unas semanas conocimos a Damián, un joven de 34 años con diabetes tipo 1 desde hace 11. Y nos habló de su próximo proyecto: "El Big Monday". Ya solo el nombre nos cautivó y decidimos entrevistarle para que nos contara más sobre él y sobre esa aventura que en breve va a comenzar.
Tras el diagnóstico de la diabetes, Damián aprendió a "convivir casi sin limitaciones con la enfermedad, con disciplina y buenos hábitos". Ahora, y después de meditarlo cuidadosamente, ha decidido dar la vuelta al mundo con su mujer "y con la `mochila extra´ que supone la diabetes". La idea original de este argentino, actualmente afincado en Bilbao, es viajar en noviembre a Nueva Zelanda y "todo lo demás... está por venir".
En su blog, El Big Monday, "cuento, e iré contando, lo que es viajar por el mundo sin desesperarse por la enfermedad pero sin descuidarla". Es su herramienta para compartir información con otras personas con diabetes ya viajeras y su modo de alentar a aquellos que aún no se animan a viajar.
Descubriste que tenías diabetes cuando tenías 24 años. ¿Cómo afrontaste tu debut en la enfermedad y cómo te ha cambiado la vida?
La reacción natural siempre tiende hacia lo trágico, proyectando todas las cosas que ya no vas a poder hacer. Pero afortunadamente me tomo las cosas tal cual son, sin sobredimensionarlas demasiado. Y eso me ayudó a sobreponerme al principio y a quitarme de la cabeza todas esas limitaciones que me había inventado por el simple hecho de ser diagnosticado con diabetes.
La verdad que no me ha cambiado mucho la vida. Sí que desde que soy diabético, una mochila, con mis insulinas, el medidor y algún snack por si tengo una hipoglucemia, me acompaña allá adonde voy. También es cierto que colaboró a que tenga una rutina alimentaria, pero eso lo veo más como una ventaja que como un problema. Pero en general, y más allá de las precauciones de debo tomar por tener diabetes, no me ha afectado demasiado en mi vida cotidiana.
Ahora vas a comenzar una nueva aventura, ¿cuándo y por qué nace esta idea de dar la vuelta al mundo?
Yo soy argentino de nacimiento pero con 20 años dejé mi tierra para viajar. Después de 6 meses y ya con ganas de detener la marcha, Bilbao me acogió y me ofreció todo lo que necesitaba en ese momento. Después de 15 años, esa inquietud por viajar vuelve a la carga y me lleva hacia Nueva Zelanda para emprender una nueva aventura.
Pero esta vez, con la internet más desarrollada y con las redes sociales a nuestro favor, pretendemos que nuestro viaje tenga también una labor social. En nuestro blog iremos contando lo que es dar la vuelta al mundo llevando como compañera a la diabetes, para enseñarles a esos diabéticos que no se animan a viajar que es posible hacerlo sin descuidar la enfermedad y para mostrarles a los que ya son viajeros las cosas que hay que tener en cuenta en cada lugar.
Además, no gustaría hacer un revelamiento de la "realidad diabética" de cada sitio. Mostrar qué calidad de vida tienen las personas con diabetes en los distintos países, de qué manera se accede a la medicación, si la sanidad es pública o privada, etc.
¿Te has preparado físicamente de alguna manera especial para afrontar esta aventura?
Siempre he sido una persona activa y con una relación cercana con el deporte en general.
Sinceramente, no he hecho nada especial para prepararme para este viaje más que las actividades que hago frecuentemente, que son el surf y andar en bicicleta.
Por las dudas, me llevo al viaje las tablas de surf, para que me recuerden que no debo descuidar la actividad física y así, también, mantenerme en forma.
¿Crees que sigue existiendo el mito de que las personas con diabetes tienen limitaciones que les impide realizar algunas actividades?
Sí, estoy convencido de que a día de hoy todavía la gente sigue creyendo que la diabetes es una limitación para realizar ciertas actividades. Y además, creo que hay algunos médicos que también fomentan eso. Es una pena, porque las limitaciones son hijas del miedo y es eso lo que, de verdad, debemos evitar. Además del azúcar, claro.
Para documentar y compartir tus vivencias en este viaje, has decidido crear un blog en el que plasmar tú día a día, es decir, el día a día de una persona con diabetes, ¿consideras que a través de estos canales puedes ayudar?
Creo que el buen uso de internet puede ayudar a informarnos, y cuanta mayor información tengamos, más fácil será incentivarnos a hacer algo que desconocemos en primera persona. Nosotros partimos de cero en muchos aspectos para emprender este viaje, y siendo diabético hay cosas que me gustaría saber antes de llegar a los sitios, pero esa información no existe. Por eso queremos allanar el camino a aquellos que están llenos de dudas y mostrarles que se pueden seguir los sueños sin descuidar la enfermedad, y además, darle información de los destinos que quieran visitar.
¿Por qué "El Big Monday" como nombre del blog? ¿Qué significa?
El Big Monday es una clara referencia a una de nuestras películas favoritas, The Big Wednesday (El Gran Miércoles) y porque el lunes (Monday) es nuestro día libre, nuestro "domingo", el día que siempre usamos para conocer lugares nuevos, para viajar.
Además, en el nombre mezclamos el castellano y el inglés porque es nuestra forma habitual de hablar ya que Ashley, mi pareja, es de Estados Unidos.
En este viaje vas de la mano de tu esposa, ¿cómo va a participar ella en esta aventura?
Ella es mi cómplice, la fotógrafa oficial, la no-diabética, la que se encarga de despertarme si tengo alguna hipoglucemia nocturna, la que me trae el zumo de naranja a la cama para recuperarme, la que habla perfectamente inglés y la más sociable de la pareja.
Así que esperamos que utilice toda esas virtudes para enriquecer la aventura.
Además, en el blog ella escribe sus post en inglés, para que haya información en los dos idiomas.
En noviembre partís a Nueva Zelanda... ¿y después?
Realmente no tenemos muy planeado el itinerario del viaje. Sabemos que llegamos en noviembre a Auckland y después tenemos una vaga idea de los lugares que nos gustaría conocer. Por ejemplo, en Oceanía nos gustaría ir a Fiyi y a Australia también. Luego, la idea es ir hacia Asia y terminar por América del Sur. Pero cuando uno se plantea un viaje tan largo, debe ir sabiendo que cualquier plan puede cambiar en un instante. El hecho de viajar te expone a muchas situaciones que no se pueden controlar, y por eso debemos ir con la mente abierta a que el trayecto pueda variar en cualquier momento. Esa es la esencia de viajar.
Si sólo pudieras dar un consejo a las personas con diabetes que como tú tienen un espíritu aventurero y viajero pero que no se animan a viajar por miedo a la enfermedad, ¿qué les dirías?
Que con constancia, tenacidad y un poco de obstinación, los sueños son realizables. La diabetes nos acompaña, pero no debe definirnos.
Las barreras y limitaciones están en nuestras mentes, y si las dejamos crecer, nos terminan anulando. Y el día que miremos hacia atrás y pensemos en las cosas que no nos animamos a hacer, igual ya sea demasiado tarde.
Por ese motivo, no ganamos nada quedándonos en el sofá de casa viendo el tiempo pasar, debemos enfrentarnos al miedo y darnos cuenta que todo es posible.
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