La inyección de insulina
El número de inyecciones de insulina necesarias al día puede variar en los distintos niños; la mayoría precisan 3 dosis al día (antes del desayuno, comida y cena).
En la actualidad, la mayoría utilizan unas jeringas precargadas con apariencia de pluma o bolígrafo, que han facilitado mucho las inyecciones de insulina al no precisar manipulación.
La inyección puede hacerse en cualquier parte del cuerpo que permita una punción subcutánea, generalmente en la parte superior externa de ambos brazos, en la cara delantera de ambos muslos, en las nalgas, y en el abdomen. Puede hacerse con una maniobra sencilla, rápida y discreta; sólo es necesario un lugar que admita una cierta intimidad y que sea higiénico (el baño es el lugar menos recomendable).
En España hay pocos niños y adolescentes con diabetes que utilicen las bombas de perfusión continua de insulina.
Estas bombas son de pequeño tamaño y muy ligeras, su manejo no es muy complejo, se llevan permanentemente conectadas al cuerpo a través de un catéter y permiten la administración continua de pequeñas dosis de insulina más una cantidad extra antes de cada comida.
Repercusión en la vida escolar
Muchos niños tienen que administrarse insulina antes de la comida del mediodía y/o en momentos que tengan la glucemia elevada (hiperglucemia).
En el caso de presentar una hiperglucemia confirmada con un análisis de sangre capilar:
- A) Si los niños son pequeños, los padres indicarán por escrito o a través del teléfono la dosis adecuada a inyectar.
- B) Si son niños que se autoinyectan, en general, tienen el grado de madurez e información necesaria y serán ellos mismos los que decidan. Siempre es preferible disponer de una pauta orientativa y escrita para este tipo de eventualidad.