Guías alimentarias
En toda la historia de la humanidad la alimentación ha tenido, y continúa teniendo, un valor añadido: no sólo sirve para surtir de energía y nutrientes plásticos y reguladores al organismo y mantener la vida, sino que se le atribuye capacidad preventiva en algunas enfermedades crónicas y capacidad curativa.
De ahí que sea fundamental aconsejar a la población sobre las pautas alimentarias más recomendables para prevenir las enfermedades más prevalentes en la población. Esta es la razón del desarrollo de las Guías Alimentarias, que no dejan de ser una serie de consejos para una correcta y adecuada alimentación. Las Sociedades Científicas y los Gobiernos se valen de representaciones gráficas para hacer llegar estas recomendaciones a la población general.
Uno de estos ejemplos de representación gráfica que nos ayuda a saber con qué frecuencia debemos ingerir cada grupo de alimentos es la pirámide de los alimentos, como la propuesta por la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)
Pirámide de la Alimentación Saludable (SENC, 2004)
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La dieta equilibrada es aquella que nos aporta la energía adecuada para el mantenimiento o consecución del peso ideal y aporta las vitaminas y minerales en cantidades no inferiores a los dos tercios de los aportes dietéticos recomendados (RDA).
Como ya hemos visto anteriormente, la energía nos la aportan los macronutrientes y la proporción recomendada en la población general es: hidratos de carbono: 50-55 %; proteínas: 10-15 %; grasas: 30-35 %.
Es importante recordar que ningún alimento por sí solo puede considerarse beneficioso o perjudicial para la salud. En la frecuencia con la que sea consumido en la alimentación cotidiana se puede definir un perfil saludable o no del mismo, en relación con un consumo adecuado, o favorable, o no.
En las guías alimentarias se busca conseguir no sólo una alimentación variada y equilibrada, o lo que es lo mismo, una alimentación saludable, sino que además se incluyen consejos en relación con el ejercicio. Se recomienda realizar diariamente ejercicio físico y de forma regular. Aspecto tremendamente importante en la población en general y en la población diabética en particular