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General   Fundación para la Diabetes

Sardinas a la cazuela

Sardinas a la cazuela

Ingredientes

Un kilo de sardinas.
Dos cebollas.
Tres dientes de ajo.
Perejil.
Una cucharada de pimentón dulce.
3 cucharadas de pan rallado.
4 cucharadas de aceite de oliva.
Sal.


 

Recetas facilitadas por:

Cómo se elabora

Limpiamos las sardinas, quitándoles tripas, cabeza y espina.
Pelamos y trituramos las cebollas, el perejil y los dientes de ajo hasta formar una pasta.
Mezclamos en un mortero, la cebolla, el perejil, los ajos, el pan rallado, la sal y el pimentón haciendo una pasta.
En una cazuela baja (mejor si es una cazuela de barro) disponemos una capa de sardinas, esparcimos por encima la mitad de la pasta del mortero y rociamos con 2 cucharadas de aceite de oliva y repetimos la operación hasta terminar con una capa del majado sobre al última capa de sardinas.
Introducimos la cazuela en el horno a 200ºC y dejamos cocinar treinta minutos.
Servimos en la mesa utilizando la misma cazuela donde hemos cocinado las sardinas.

Información nutricional de esta receta

Serafín Murillo Por Serafín Murillo
Asesor en Nutrición y Deporte de la Fundación para la Diabetes Novo Nordisk.
Dietista-Nutricionista Investigador del CIBERDEM. Hospital Clínic de Barcelona
Info. nutricional Por persona Info. nutricional Por persona
Energía (Kcal.) 403 Grasas (g.) 22,6
Hidratos de carbono (g.) 12,2 Saturadas (g.) 5,8
Raciones Hidratos de carbono 1 Monoinsaturadas (g.) 9,9
Proteínas (g.) 37,6 Poliinsaturadas (g.) 4,9
Fibra (g.) 1 Colesterol (mg.) 179,8
Sodio (mg.) 364,2 Valores calculados sin sal añadida

Comentario dietético

Incluso las personas que no tienen mucha práctica en la cocina pueden elaborar esta sencilla receta y aprovecharse de las magníficas cualidades nutricionales del pescado. Las sardinas, como pescado azul, destacan por su excelente aporte de ácidos grasos insaturados de tipo omega 3. Esta grasa ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares ya que ejerce un efecto positivo sobre el nivel de colesterol de la sangre y la agregabilidad plaquetaria, dos de los principales factores de riesgo de estas enfermedades. Su contenido en proteínas de buena calidad también es interesante, así como el aporte de minerales y vitaminas. Entre los minerales, los más importantes son el fósforo, el yodo y el calcio, este último sobre todo si se toman las pequeñas espinas de las sardinas. De las vitaminas destacan las vitaminas liposolubles A, E y D. La vitamina D es necesaria para que el calcio se fije correctamente en los huesos, por lo que interviene en la prevención de la osteoporosis. Las cebollas y los ajos aumentan el contenido en sustancias antioxidantes del plato, que ayudan a disminuir el riesgo de diversas enfermedades como las degenerativas y el cáncer. El empleo de condimentos puede ser de gran beneficio para las personas que padecen hipertensión, ya que otorgan un sabor exquisito a las sardinas y se puede evitar la sal en el plato. El pescado azul aporta una cantidad apreciable de purinas, por lo que se tomará con moderación en caso de hiperuricemia o gota.

Categorías

Tipo de receta Pescados y mariscos
Temporada Invierno , Otoño , Verano
Técnica culinaria Horno
Con salsa No
Picante No
Alimento Fresco
Condimento Pimentón dulce
Temperatura al servir Caliente
Textura y consistencia
Etapa de 4 a 11 años , Adolescencia , Vejez , Deportista , Embarazo , Lactancia