El azúcar antes de los dos años aumenta el riesgo de diabetes de adultos
Un consumo elevado de azúcar antes de cumplir los dos años, incluida la exposición al azúcar procedente de la dieta de la madre en la etapa prenatal y durante la lactancia, eleva de manera importante el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 o hipertensión de adultos. Así lo demuestra una investigación basada en datos de más de 60.000 personas del Reino Unido que aporta las pruebas más sólidas hasta la fecha del efecto perjudicial del azúcar en las etapas iniciales de la vida.
“Los primeros 1.000 días desde la concepción, desde la gestación hasta los dos años de edad, son un periodo crítico durante el que una dieta pobre puede tener un impacto negativo en la salud adulta”, escriben los autores de la investigación en la revista Science, donde hoy presentan sus resultados. Los investigadores constatan que “más del 70% de los alimentos comercializados para bebés y niños pequeños contienen azúcares añadidos”, en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de la Asociación Americana del Corazón, que “recomiendan cero azúcares añadidos en este periodo”.
El estudio se ha basado en el experimento natural del fin del racionamiento del azúcar en el Reino Unido en septiembre de 1953, al terminar las restricciones impuestas durante la Segunda Guerra Mundial. En aquel momento, el consumo diario de azúcar de la población británica se duplicó tanto entre adultos como entre niños. Esto ha permitido comparar la salud de personas nacidas en una época de racionamiento de azúcar con la de personas concebidas en una época sin racionamiento.
La mayoría de alimentos comercializados para bebés y niños pequeños tienen azúcares añadidos
Los investigadores han analizado datos de personas nacidas entre 1951 y 1956, la mayoría de las cuales aún viven. Han recurrido a datos del proyecto UK Biobank, que desde 2006 recoge datos de salud anonimizados de medio millón de personas del Reino Unido.
Según los resultados presentados en Science, la probabilidad de que una persona de 60 años tenga diabetes es alrededor de un 50% más alta si fue concebida después del fin del racionamiento que si nació dos años antes. Para las personas que nacieron a finales de 1953, y que no estuvieron expuestas a un exceso de azúcar durante el embarazo pero posiblemente sí después de nacer, el riesgo es intermedio: tienen alrededor de un 20% más de probabilidad de tener diabetes a los 60 años.
Se observa el mismo fenómeno con la hipertensión, aunque el aumento de riesgo no es tan acusado. La probabilidad de tener un diagnóstico de hipertensión a los 60 años es un 26% más alta en personas gestadas y criadas sin restricciones de azúcar.
La OMS recomienda cero azúcares añadidos para menores de dos años
Estos porcentajes reflejan lo ocurrido en el Reino Unido a mediados del siglo XX y pueden ser superiores para poblaciones donde el consumo de azúcar en las primeras etapas de la vida es más elevado.
Los investigadores se han asegurado de que el mayor riesgo de diabetes y de hipertensión está relacionado con el azúcar y no con otros alimentos que también se racionaron durante la Segunda Guerra Mundial.
La razón principal por la que un consumo elevado de azúcar antes de los dos años tiene efectos a largo plazo sobre la salud puede ser que la fisiología del organismo se programa durante las primeras etapas del desarrollo, señalan los autores de la investigación. Estudios anteriores en ratones han observado en este sentido que, si las madres tienen una dieta rica en azúcares durante la gestación, las crías tienen más tendencia a desarrollar después intolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina.
La fisiología del organismo se programa en las primeras etapas del desarrollo
Una razón adicional puede ser que el consumo de azúcar en la primera infancia favorece una apetencia por los sabores dulces que se mantiene a edades posteriores, según se ha demostrado en otros estudios.
Además, el consumo excesivo de azúcar puede favorecer la obesidad, que a su vez es un factor de riesgo de diabetes tipo 2 y de hipertensión.
Los autores de la investigación, de las universidades del Sur de California en Los Ángeles, de California en Berkeley y de Chicago, no han analizado si el consumo elevado de azúcar después de los dos años de edad también aumenta los riesgos para la salud. “Los beneficios de restringir la ingesta de azúcar más allá de los dos años siguen siendo inciertos”, escriben en Science.
El consumo de azúcar en la primera infancia favorece una preferencia por los sabores dulces
Sus resultados avalan las recomendaciones actuales de no añadir azúcares a los alimentos para niños menores de dos años. Estas recomendaciones han sido cuestionadas porque se basan en estudios que, pese a ser los mejores disponibles hasta la fecha, aportan evidencias de calidad moderada.
La nueva investigación, la primera que analiza los efectos de la exposición al azúcar en los primeros mil días a partir de la concepción, aporta evidencias más concluyentes para regular los alimentos destinados a la población infantil. “Nuestros resultados contribuyen a este debate al subrayar la importancia de la dieta al inicio de la vida en el riesgo de enfermedades metabólicas a largo plazo”, concluyen los autores del trabajo.