Cuando investigar no es una opción, sino una obligación
La Federación Española de Diabetes (FEDE) acaba de lanzar la segunda fase de “Investigación y Diabetes 365”, con la que pretende visibilizar la labor de investigación diabetológica en España, poniendo el foco sobre la necesidad de incrementar el nivel de financiación por parte de la Administración Pública. Y como punto de arranque, se llevó a cabo un webinar en el que se contó con las aportaciones del embajador de la campaña, Cristóbal Morales, endocrinólogo del Hospital Virgen Macarena de Sevilla y del Hospital Vithas de Sevilla; y Francisco Tinahones, director científico del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA).
Junto con la inversión privada, la financiación pública es fundamental para impulsar la investigación en diabetes. En este sentido, una de las claves principales de los llamados PERTE o lo que viene a ser lo mismo: los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica, contenidos en el plan de Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España, es precisamente la colaboración público-privada.
Más concretamente, el “PERTE para la salud de vanguardia”, aprobado en 2021, pretende posicionar a España como líder en innovación en terapias avanzadas orientadas a la curación de enfermedades como la diabetes; un proyecto que prevé una inversión de al menos 1.469 millones de euros en el periodo 2021-2023, con una contribución del sector público de más de 982 millones de euros.
Sin embargo, actualmente existe la necesidad de aumentar el porcentaje del PIB destinado a la investigación en España, acercándolo a los parámetros europeos. Y es que, nuestro país destina un 1,4% del PIB a investigación, cuando la media europea está en un 2,3%, y habiendo países como Alemania, que cuenta con un 4%. Esta diferencia, además, se traduce en investigadores con sueldos más bajos y estructuras deficitarias, y que estaría impidiendo a proyectos de investigación de gran calidad estar compitiendo a nivel internacional.
En línea con estos objetivos, la campaña “Investigación y Diabetes 365” de la Federación Española de Diabetes (FEDE) reclama una mejor y mayor atención por parte de la Administración a la investigación diabetológica (ya que actualmente sigue estando por detrás de la inversión de países de nuestro entorno, como Francia o Alemania), puesto que sería capaz de mejorar la calidad de vida de los cerca de 6.000.000 de personas que conviven con la patología en España. Como los expertos en la materia coinciden, es necesaria una investigación de calidad que pueda mejorar la capacidad de los sistemas de salud para prevenir y tratar esta patología. Y es que, investigar no es una opción, es una obligación.
Por otro lado, en el impulso de la investigación las asociaciones de pacientes juegan también un papel crucial, al ser el altavoz de los profesionales sanitarios que investigan, de cara a las administraciones; además de como entidades “formadoras” de pacientes expertos y empoderados.
Junto con la inversión privada, la financiación pública es fundamental para impulsar la investigación en diabetes. En este sentido, una de las claves principales de los llamados PERTE o lo que viene a ser lo mismo: los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica, contenidos en el plan de Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España, es precisamente la colaboración público-privada.
Más concretamente, el “PERTE para la salud de vanguardia”, aprobado en 2021, pretende posicionar a España como líder en innovación en terapias avanzadas orientadas a la curación de enfermedades como la diabetes; un proyecto que prevé una inversión de al menos 1.469 millones de euros en el periodo 2021-2023, con una contribución del sector público de más de 982 millones de euros.
Sin embargo, actualmente existe la necesidad de aumentar el porcentaje del PIB destinado a la investigación en España, acercándolo a los parámetros europeos. Y es que, nuestro país destina un 1,4% del PIB a investigación, cuando la media europea está en un 2,3%, y habiendo países como Alemania, que cuenta con un 4%. Esta diferencia, además, se traduce en investigadores con sueldos más bajos y estructuras deficitarias, y que estaría impidiendo a proyectos de investigación de gran calidad estar compitiendo a nivel internacional.
En línea con estos objetivos, la campaña “Investigación y Diabetes 365” de la Federación Española de Diabetes (FEDE) reclama una mejor y mayor atención por parte de la Administración a la investigación diabetológica (ya que actualmente sigue estando por detrás de la inversión de países de nuestro entorno, como Francia o Alemania), puesto que sería capaz de mejorar la calidad de vida de los cerca de 6.000.000 de personas que conviven con la patología en España. Como los expertos en la materia coinciden, es necesaria una investigación de calidad que pueda mejorar la capacidad de los sistemas de salud para prevenir y tratar esta patología. Y es que, investigar no es una opción, es una obligación.
Por otro lado, en el impulso de la investigación las asociaciones de pacientes juegan también un papel crucial, al ser el altavoz de los profesionales sanitarios que investigan, de cara a las administraciones; además de como entidades “formadoras” de pacientes expertos y empoderados.