Ejercicio físico, un aliado vital para controlar la diabetes
Todos somos sobradamente conocedores de la importancia de realizar ejercicio físico para gozar de buena salud y prevenir el riesgo de padecer un sinfín de enfermedades. Y el caso de la diabetes no es una excepción. Según la Fundación para la Diabetes Novo Nordisk (FDNN), "muchas de las personas que tienen un mejor control de su diabetes son aquellas que realizan ejercicio físico de forma regular".
El motivo de esta mejora está en el efecto que la práctica regular de actividad física tiene en el control hipoglucémico: "cuando realizamos ejercicio, utilizamos glucosa muscular y, como consecuencia, se reduce su concentración en la sangre, lo que ayuda a contribuye a mejorar el tratamiento farmacológico de la enfermedad".
Además, aseguran en la FDNN, la práctica de ejercicio:
- Aumenta la absorción de la insulina desde el lugar de inyección hacia la sangre.
- Disminuye los requerimientos de insulinadel organismo ya que mejora la sensibilidad a la misma.
- Durante el ejercicio, el cuerpo tiende a utilizar más glucosa, lo que resulta en una disminución de los niveles de azúcar durante la actividad.• El aumento de la sensibilidad a la insulina se suele prolongar hasta 24 horas después de realizar ejercicio, tiempo en el que también la glucemia tenderá a estar más baja. Esto se debe a que durante la actividad se ha utilizado la reserva de glucógeno del hígado, y esta reserva tiende a “rellenarse” después del ejercicio, lo que provoca que la glucemia disminuya.
- Además de la mejora del control glucémico, el ejercicio físico regular incide sobre otras funciones de nuestro cuerpo. Entre otros beneficios:
- Aumenta el gasto calórico y ayuda a mantener el peso adecuado, previniendo, por tanto, el sobrepeso y la obesidad.
- Contribuye a mantener los niveles de colesterol y triglicéridos y a mantener la tensión arterial.
- Mejora la vascularización del corazón y de los pies.
- Ayuda a dormir mejor y potencia la sensación de bienestar.