Un análisis de glucosa muestra el riesgo cardiovascular en personas sin diabetes
Los problemas cardiovasculares (hipertensión, enfermedad coronaria y vascular, insuficiencia cardiaca…) son la primera causa de muerte en todo el mundo (están detrás de un tercio de los fallecimientos), por ello desarrollar herramientas capaces de detectarlos antes de que se manifiesten es uno de los
grandes retos de salud mundial.
Los profesionales sanitarios repiten constantemente el mensaje de que la herramienta más potente es la prevención, basada en el abandono del tabaco, dieta sana y actividad física, y así se podrían evitar hasta la cuarta parte de las muertes, según los cálculos de la Fundación Española del Corazón y la Federación Mundial del Corazón.
Así pues, es primordial poner en práctica este estilo de vida cuanto antes, ya que es una importantísima barrera de contención para la aterosclerosis -la verdadera causante de los infartos (cardiacos y cerebrales) que matan e invalidan-, que se va formando a lo largo del tiempo sin que la persona se dé cuenta de que la tiene hasta que sufre algún episodio cardiovascular. En ese momento, el pronóstico cambia radicalmente, y por eso su detección precoz es vital para mejorar la cantidad y calidad de años de vida de la población.