La diabetes tipo 2, la otra epidemia del siglo XXI
Frenar la sexta causa de mortalidad en el mundo se ha convertido en un reto de salud pública por su impacto en la calidad y en la esperanza de vida y por el porcentaje de personas cada vez mayor a las que afecta.
Hay enfermedades que suponen un desafío para la medicina porque su origen es desconocido o requieren prolijas investigaciones para erradicarlas. La diabetes tipo 2, la más frecuente de las que existen, no pertenece a ninguno de los dos grupos: conocemos por qué se produce y evitarla tiene que ver fundamentalmente con seguir hábitos de vida saludables. Sin embargo, también es un reto para la salud pública por el número de personas a las que afecta, el ritmo al que crece y el impacto que tiene en la calidad y en la esperanza de vida.
La diabetes tipo 2 consiste en que el organismo no procesa bien la insulina, la hormona que facilita que la glucosa de los alimentos pase a las células y se convierta en energía. Dos factores son determinantes para evitar que esto se produzca: una dieta equilibrada, que garantiza que no se ingiere más glucosa de la que el cuerpo necesita; y actividad física regular, que hace que las células sean sensibles a la insulina, además de prevenir el sobrepeso y la obesidad, directamente relacionadas con la enfermedad.