Crean unas células humanas que producen insulina para tratar la diabetes
Los científicos del Instituto Salk, en Estados Unidos, han logrado un gran avance en la búsqueda de un tratamiento seguro y eficaz para la diabetes tipo 1, al generar mediante tecnología de células madre los primeros grupos de células pancreáticas productoras de insulina humana capaces de eludir el sistema inmunológico.
Estos grupos de células con "protección inmunitaria" controlaron la glucosa en sangre sin fármacos inmunosupresores una vez trasplantado en el cuerpo, según detalla el estudio publicado en la revista Nature.
"La mayoría de los diabéticos tipo 1 son niños y adolescentes", señala el profesor de Salk Ronald Evans, autor principal y titular de la Cátedra March of Dimes en Biología Molecular y del Desarrollo. "Esta es una enfermedad que históricamente ha sido difícil de manejar con medicamentos.
Esperamos que la medicina regenerativa en combinación con el escudo inmunológico pueda marcar una diferencia real en el campo al reemplazar las células dañadas con grupos de células similares a islotes humanos generados en laboratorio que producen cantidades normales de insulina a demanda”.
Reponer células pancreáticas perdidas
En un estudio anterior, el laboratorio de Evans superó un impedimento en el campo, en el que las células beta derivadas de células madre producían insulina, pero no eran funcionales. Las células no liberaron insulina en
respuesta a la glucosa, ya que simplemente tenían poca potencia, según Evans. Su equipo descubrió un interruptor genético llamado ERR-gamma que cuando se gira, "turbo-carga" las células. "Cuando agregamos ERR-gamma, las células tienen la energía que necesitan para hacer su trabajo -explica Michael Downes, científico senior de Salk y coautor de ambos estudios-. Estas células son sanas y robustas y pueden administrar insulina cuando detectan niveles altos de glucosa”.
Una parte fundamental del nuevo estudio fue desarrollar una forma de hacer crecer células de tipo beta en un entorno tridimensional que se aproxima al páncreas humano. Esto le dio a las células una propiedad
similar a un islote. El equipo descubrió que una proteína llamada WNT4 podía activar el interruptor de maduración impulsado por ERR-gamma. Esta combinación de pasos generó grupos de células funcionales que imitan los islotes humanos: los llamados organoides similares a islotes humanos (HILO).
A continuación, el equipo abordó el complejo tema del rechazo inmunológico. Los trasplantes de tejidos normales requieren terapias inmunosupresoras de por vida para proteger el tejido de los ataques del
sistema inmunológico; sin embargo, estas terapias también aumentan el riesgo de infecciones.