¿Son lo mismo los alimentos integrales y los ricos en fibra? ¿Cuáles deben tomar los mayores?
Existe la creencia de que los alimentos integrales y los ricos en fibra son lo mismo. Sin embargo, son dos cuestiones distintas, a pesar de que a veces se usen de forma indiscriminada, lo que genera cierta confusión entre los consumidores. En este aspecto tiene que ver el cómo están identificados estos productos cuando vamos a adquirirlos en el supermercado, por ello es importante tener los conceptos claros. Lo que debemos saber también es que ambos se pueden incorporar en la dieta de los mayores de una forma equilibrada.
La fibra
Así pues un alimento puede ser rico en fibra, pero no por ello tiene que ser integral. En primer lugar, hay que matizar que la fibra es una sustancia que se encuentra presente las plantas, y está formada por hidratos de carbono complejos y la lignina, una clase de polímero orgánico que se encuentran en sus tejidos. Su ingesta es importante pues interviene en funciones reguladoras de distintos órganos y sistemas.
La fibra se divide en dos dependiendo del grado de fermentación que experimenta en el intestino. Así, la tenemos fermentable o soluble, que se fermenta en el colon, y principalmente son las gomas, los mucílagos, las pectinas, el almidón resistente y los fructooligosacáridos. Se encuentra sobre todo en varios tipos de hortaliza, algunas frutas, como los cítricos, ya que la pectina es esa parte blanca que hay bajo su piel, nueces, salvado de avena y cebada. Por otro lado, tenemos la fibra insoluble, que no se fermenta en el colon y no
altera la absorción de los nutrientes. Las principales son celulosa, hemicelulosa y ignina. Se encuentra en algunas verduras, el salvado de trigo y granos de cereal centero, entre otros.