¿Cuáles son las principales enfermedades epidémicas del siglo XXI?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) definen epidemia, del siguiente modo: “Un aumento, a menudo rápido, en el número de casos de una nfermedad superior a lo que normalmente se espera para esa población en esa área”. Que a su vez diferencian de pandemia, la cual dicen que es “la propagación mundial de una nueva enfermedad”.
Hecha esta primera matización, hay que destacar que en el siglo XXI, hay algunas enfermedades que ya se consideran epidemia por la gran cantidad de personas que se ven afectadas por ellas. En la mayoría de los casos se habla de patologías de origen infeccioso, pero no siempre sucede así, como ocurre con la obesidad y la diabetes, que desde algunos organismos ya los califican como epidemia.
La Fundación para la Diabetes (@fundiabetes) indica que a día de hoy este trastorno es considerado como un problema sanitario grave y que es la cuarta causa de muerte en los países desarrollados. Aunque también se está convirtiendo en “una nueva epidemia para las regiones en vías de desarrollo”. Datos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), indican que en la actualidad hay 422 millones de adultos que tienen diabetes, provocando 1,5 millones de muertes.
Según el documento Estrategia en diabetes del Sistema Nacional de Salud, la diabetes mellitius es la primera causa de ceguera, tratamiento sustitutivo renal y amputación no traumática en los países occidentales y se asocia a enfermedades cardiosvasculares como primer motivo de muerte.
Se sabe que los adultos con este problema de salud tienen un riesgo entre dos y tres veces mayor de sufrir un infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
De entre los dos tipos de diabetes la tipo 2 es la más frecuente. La Organización Mundial de la Salud asegura que con una serie de medidas simples relacionadas con el estilo de vida se puede prevenir este tipo o al menos retrasar su aparición.
Entre estas destaca el mantener un peso saludable, hacer al menos 30 minutos de actividad regular de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana o incrementar esta según sea necesario, y tener una dieta saludable que evite el azúcar y las grasas saturadas. También se recomienda no fumar, ya que este hábito aumenta el riesgo de sufrir diabetes y enfermedades cardiovasculares.