Hipertensión, diabetes, colesterol, tabaquismo y obesidad, factores de riesgo a evitar para prevenir los accidentes cerebrovasculares
La presión arterial y los niveles de colesterol elevados, la diabetes, la obesidad, el tabaquismo y la vida sedentaria son factores de riesgo que predisponen a la aparición de un accidente cerebrovascular, como se encargan de recordar desde la Sociedad Española de Neurología y la Asociación Freno al Ictus, que mañana conmemoran con diversos actos el Día Mundial del Ictus.
Existen dos tipos de ictus, el isquémico o infarto cerebral, que se produce a raíz de la oclusión de una arteria a
causa de un trombo, y el hemorrágico o derrame cerebral, causado por la rotura de un gran vaso. El 80% de los ictus son del primer tipo: Para deshacer los trombos se utilizan dos técnicas, la trombólisis o apertura del vaso con un fármaco intravenoso, y la trombectomia, la disolución o extracción del trombo
mediante un catéter.
La posibilidad de que estos tratamientos tengan éxito y se minimicen las secuelas del ictus para el paciente pasa en primer lugar por constatar que está sufriendo un accidente cerebrovascular. Los síntomas más claros son los que recoge la “escala de Cincinnati”: trastorno del lenguaje, farfulla o pronuncia frases incoherentes, asimetría facial, se le cae la comisura del labio, y pérdida de fuerza de uno de los brazos, es incapaz de mantenerlo levantado.