Por qué todavía es difícil conseguir un páncreas artificial en España
Un páncreas artificial es un sistema diseñado para controlar de forma continua la glucosa en plasma en pacientes con diabetes tipo 1. Permite mejorar el control metabólico del paciente y lo libera de la carga que supone el autocontrol con medidas de glucemia capilar diarias y decisiones sobre la dosis de insulina a inyectar.
El sistema consta de tres componentes:
- Un monitor continuo de glucosa. Aparato encargado de estimar cada cinco minutos el nivel de glucosa en sangre a partir de un sensor alojado en el subcutis.
- Un algoritmo de control. Programa informático alojado en la bomba de insulina o en un dispositivo móvil cuya función es calcular la dosis de insulina adecuada en función de la diferencia entre la glucosa estimada y la deseada.
- Una bomba de insulina. Aparato que, cada cinco minutos, administra insulina según las necesidades computadas por el algoritmo de control tras cada medida de glucosa.
El algoritmo de control es el verdadero cerebro del páncreas artificial y constituye un reto importante para los ingenieros debido a la complejidad del sistema. Sin embargo, en los últimos 10 años se han conseguido grandes y esperanzadores avances gracias estudios clínicos realizados con un total de 20 sistemas en todo el mundo.
Estos modelos presentan diferencias relacionadas con el grado de automatización y los algoritmos y hormonas que emplean.