El Campamento de La Esperanza acoge una colonia de verano para niños con diabetes
El Campamento de La Esperanza, gestionado por el Área de Juventud del Cabildo, acoge, del 24 al 30 de junio, una colonia de verano para menores con diabetes. Se trata de una actividad que organiza, cada año, la Asociación para la Diabetes de Tenerife, ADT, a la que asisten 39 niños con edades comprendidas entre los 7 y los 14 años. Así, a través de talleres y otras actividades al aire libre, adquirirán nuevas habilidades y una mayor autonomía para su día a día, lo que les permitirá a ellos y a sus padres, tener una mayor seguridad para normalizar sus actividades estivales futuras.
El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, se trasladó hoy miércoles hasta el campamento de La Esperanza, en compañía del presidente de la Asociación para la diabetes de Tenerife, Julián Antonio González. Allí, además de interesarse por la marcha de la actividad, puso en valor este tipo de colonias “pues los niños disfrutan y aprenden más sobre su enfermedad”. De igual modo, recordó que “el Cabildo, a través del Anillo insular de políticas sociales, apuesta por impulsar la labor de las asociaciones que prestan ayuda psicológica y sanitaria a enfermos y familiares en toda la Isla”.
Por su parte, Julián Antonio González resaltó la importancia de las colonias de verano “que tienen objetivos tan importante como que los niños aprendan las herramientas y estrategias necesarias para tener una mejor calidad de vida con la enfermedad”.
A esta colonia, que está declarada de interés sanitario por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, asisten niños y jóvenes de Tenerife, La Gomera y La Palma. Todos ellos estarán acompañados por un amplio equipo de profesionales compuesto por personal sanitario del Servicio Canario de Salud (entre los que se encuentran médicos endocrinólogos, pediatras y enfermeros, tanto de atención primaria como de atención especializada), personal de cocina, monitores de ocio y tiempo libre, personal laboral de la ADT y voluntarios.
La reunión de estos niños con otros que también padecen diabetes, les permitirá comprobar que no son los únicos con esta enfermedad. Ello hace que les resulte más fácil aceptar la enfermedad que, si se controla de forma correcta, es posible realizar cualquier actividad. De igual modo, otro de los objetivos que se persiguen con este campamento de verano es fomentar que médicos y enfermeros amplíen sus conocimientos en educación diabetológica, en un entorno totalmente distinto a los espacios donde suelen trabajar normalmente.