¿Tu sueño es irregular? ¡Cuidado! Podrías aumentar las posibilidades de sufrir obesidad y diabetes
Un reciente estudio demuestra que no mantener una regularidad tanto a la hora de irse a dormir todas las noches como el no dormir las horas necesarias multiplica el efecto metabólico adverso.
Dormir mal no solo repercute en nuestro descanso y en nuestro estado de ánimo. Disfrutar de un sueño reparador y de calidad todas las noches también influye en gran medida en nuestra belleza y, por supuesto, en nuestra salud. Varios estudios han vinculado el insomnio con la obesidad, demostrando que dormir poco baja los niveles de leptina (hormona inhibidora del apetito) y aumenta los niveles de grenila (hormona estimulante del apetito). Pero una nueva investigación ha ido aún más allá, observando que unos patrones de sueño irregulares están asociados con una mayor probabilidad de sufrir, además de sobrepeso, otras anomalías metabólicas como colesterol, hipertensión y diabetes.
Esta investigación, que se ha publicado con el título de Estudio multiétnico de aterosclerosis, ha sido publicado recientemente por la revista especializada Diabetes Care y financiado por el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) de Estados Unidos. En él se recalca como no tener una hora fija en el momento de acostarse y levantarse, la rotación de turnos en el trabajo o los cambios de franja horaria debidos al jet lag pueden alterar los ritmos circadianos -aquellos que marca nuestro 'reloj biológico' y que regulan las alteraciones en las características físicas y mentales que ocurren durante un día- derivando, en algunos casos, en serias complicaciones para la salud. De este modo, apunta a que por cada hora de variabilidad entre el momento de acostarse y el tiempo de dormir de una persona, las posibilidades de sufrir uno de los trastornos mencionados anteriormente aumentan en un 27%.
El sueño irregular impacta negativamente en nuestra salud
La novedad principal de este estudio respecto a los anteriores que también demostraban esta relación es que, mientras estos se centraban en un sueño insuficiente o ausencia de él, el actual incide en el impacto del sueño irregular. Incluso después de considerar la cantidad de sueño de una persona y otros factores relacionados con su estilo de vida, "la diferencia de una noche a otra en la hora de dormir o la duración del sueño multiplica el efecto metabólico adverso", asegura Tianyi Huang, autor del estudio y epidemiólogo de la División de Medicina de la Red Channing en el Brigham and Women's Hospital, de Boston.