Cien diabéticos completan por tercera vez la Ruta Xacobea
Culminaron el Camino Inglés, dentro de la campaña promovida por la Fundación para la Diabetes, con el apoyo de Novo Nordisk // El objetivo de esta iniciativa es cambiarles la mentalidad, motivándoles a hacer ejercicio diario
Un conjunto de gaiteiros acompañó a este grupo tan especial a su entrada a la Praza do Obradoiro. La emoción se palpaba entre los participantes. Y es que fueron seis meses de intenso entrenamiento físico y mental, previo a afrontar uno de los grandes desafíos de su vida, tras conocer que eran diabéticos. Después del diagnóstico, a todos les cambia la vida. Pero esos hábitos que deben modificar no incluyen, sino todo lo contrario, dejar de realizar ejercicio físico. Es más, los expertos recomiendan a estos pacientes llevar una vida activa, en la que caminar sea parte fundamental de su tratamiento, más allá de la insulina y el control de la alimentación. "Debemos formarlos en su propia enfermedad, esa es la mejor manera de sobrellevar esta patología". Lo asegura Ana Mateo, gerente de la Fundación para la Diabetes.
Es por eso que el colectivo puso en marcha esta iniciativa, que ya cumple tres ediciones. El proyecto Camina por la Diabetes, que cuenta con el apoyo de Novo Nordisk, tiene un objetivo claro: transmitir a los afectados que se puede hacer deporte y superar cualquier reto. Y pocos desafíos existen más gratificantes que adentrarse en alguna de las rutas de peregrinación jacobea. Fueron un total de 100 los caminantes que completaron esta aventura, aunque fueron 300 los que iniciaron la preparación. Los participantes son diabéticos de tipo 1 y 2 llegados de todos los puntos de la península Ibérica. Y si en anteriores ediciones culminaron los Caminos Francés y Portugués, este año tocó el Inglés. "Ha sido una auténtica maravilla, por el recorrido, sus gentes y sus paisajes. Además, me siento realmente orgullosa de este grupo en el que hemos podido comprobar cómo se apoyan mutuamente, son un claro ejemplo para toda la sociedad", dice la representante de la entidad que ha acompañado a los valientes que arrancaron el periplo el pasado día 14 desde el Puerto de Curuxeiras de Ferrol, conocido como el Muelle por los vecinos de la ciudad departamental. Como cualquier otro peregrino, han superado todo tipo de desavenencias. "Es duro, aunque tuvimos suerte de tener el tiempo de nuestro lado". A lo largo de toda la ruta, los exámenes clínicos son constantes. "Ellos tienen que controlar su glucemia, para saber cómo reaccionar y qué medicación deben administrarse", explica Mateo.