Carlos Uribe, una cumbre en bicicleta contra los prejuicios sobre la diabetes
Su objetivo desde hace años es dar visibilidad a su enfermedad y eliminar prejuicios. Carlos Uribe lleva años recorriendo el planeta en bicicleta para demostrar que, con su diabetes de tipo 1, sí se pueden lograr grandes retos. Tras acabar la Leyenda del Dorado (una de las carreras más duras de mountain bike de Sudamérica), subir el volcán León Dormido en su Colombia natal o terminar la Titan Desert el pasado año, Uribe ha completado en los últimos días un reto más: se ha convertido en el primer diabético de tipo 1 en alcanzar la cima del Kilimanjaro en bicicleta. Un reto que, además, tampoco es muy poco habitual entre personas que no padecen la enfermedad.
Carlos logró hace unos días hollar la del techo de África, de 5.895 metros. “Completar el ascenso era complicado, porque llevaba 20 kilos de peso entre las medicinas, la comida especial, las herramientas de la bici y material de grabación”, explica. Su enfermedad le pide un plus de esfuerzo a la hora de afrontar esas cargas de trabajo, algo que no ha sido un impedimento para él. De hecho, el Kilimanjaro ha sido la parada más destacada de un viaje que en bicicleta ha durado 36 días y más de 1.000 kilómetros, con salida en Nairobi, la capital de Kenia, y parada final en Zanzíbar, en la isla de Tanzania. Salió de casa el 23 de enero para iniciar su viaje poco después y regresó a casa el 2 de marzo, casi un mes después de hacer cumbre en el Kilimanjaro, el 4 de febrero.