Diabetes: Controversia médica sobre los nuevos medidores de la glucosa
Este jueves la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados aprobaba, por 19 votos a favor y 17 en contra, una proposición no de ley en la que se votaba la inclusión de los sistemas de monitorización continua de glucosa «Flash» en la cartera común de servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) –o, lo que es lo mismo, su financiación pública– en aquellas indicaciones que sean más coste-efectivas.
La cuestión, ahora, es ¿y cuáles son esos grupos? Porque, con vistas a mantener la sostenibilidad del sistema sanitario, antes de subvencionar ninguna terapia o tecnología nueva se analiza tanto si los beneficios que aportan no sólo superan a los sistemas ya implantados, como si su precio justifica el beneficio que aportan. Porque estos nuevos medidores, que constan de un pequeño sensor circular, del tamaño de una moneda de dos euros, que se lleva en la parte posterior del brazo durante 14 días y miden la glucosa en el líquido intersticial y no en sangre, son considerablemente más caros que los ya existentes: el sistema tradicional a base de tiras reactivas y lancetas.