"Sin cuidarse, se puede hacer poco por controlar el azúcar", dicen los médicos
"La diabetes es una enfermedad crónica, pero de nosotros depende que acabe en un infarto o en una vida larga", sentenció ayer el médico de familia, Jesús Ignacio Alonso, que desentrañó en el Club LA NUEVA ESPAÑA en Avilés los secretos de la enfermedad y cómo convivir con ella. El mensaje que quería lanzar es claro: "Es un problema del propio enfermo: si no se cuida, poco se puede hacer desde la medicina. Con hábitos saludables y un buen control se puede hacer una vida completamente normal".
El doctor explicó que factores como la obesidad, la hipertensión o el colesterol complican la enfermedad de la diabetes, de ahí que el primer consejo sea cuidar la alimentación y hacer ejercicio.
"El ejercicio es un pilar, obliga a las células a consumir glucosa y además reduce la grasa que dificulta la entrada a la célula", explicó Alonso. Por ello recomienda 30 minutos de ejercicio diario, no necesariamente de forma continua: "Tienen que ser ejercicios aeróbicos como caminar, nadar, bailar o montar en bicicleta".
En cuanto a la alimentación, Alonso es partidario de una dieta controlada pero no estricta. "Se puede comer de todo, pero en cantidades moderadas. No me gusta el 'no puedes volver a comer tarta en tu vida'. Se puede en algunas ocasiones y con un control de los niveles de azúcar antes y después de comerla. Hay que convivir con la enfermedad, no verla como una carga", explico. Eso sí, lo ideal es la dieta mediterránea. El médico también lanzó un consejo para aquellos que no padecen la enfermedad, pero conviven con ella: "En caso de ver a un diabético sudoroso, mareado, con dificultades para hablar... si no hay forma de medir la glucosa, hay que darle azúcar. Una hiperglucemia -exceso de azúcar- puede provocar un coma, pero es más fácil revertirlo, una hipoglucemia -déficit- puede matar y eso no tiene solución".