Por qué es bueno caminar... aunque sea poco
Un nuevo estudio que se publica en la edición digital de 'American Journal of Preventive Medicine' concluye que caminar tiene el potencial de mejorar significativamente la salud pública. Sus autores detectaron que caminar de manera regular se asocia con una menor mortalidad en comparación con la inactividad.
Las pautas de salud pública recomiendan que los adultos participen en al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física de intensidad vigorosa por semana, pero las encuestas muestran que solo la mitad de los adultos de Estados Unidos cumplen con esta recomendación. Los adultos mayores son incluso menos propensos a cumplir con las recomendaciones mínimas (42% de 65-74 años y 28% de 75 años o más).
Caminar es el tipo más común de actividad física y se ha vinculado con un menor riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes y cáncer de mama y de colon. Aunque varios estudios han vinculado la actividad física general moderada-vigorosa con un riesgo reducido de muerte, relativamente pocos han examinado específicamente las asociaciones con la marcha.
Para obtener más información, estos científicos, dirigidos por Alpa Patel, epidemióloga de la Sociedad Americana de Cáncer, examinaron los datos de casi 140.000 participantes en la Cohorte de Nutrición para el Estudio de Prevención del Cáncer II. Un pequeño porcentaje (6-7%) en el estudio informó que no realizaba actividad física de intensidad moderada a vigorosa al inicio. Entre el resto, aproximadamente el 95% dijo que caminaba y casi la mitad sólo caminaba como única forma de actividad física moderada-vigorosa.
Después de corregir otros factores de riesgo, como el tabaquismo, la obesidad y las afecciones crónicas, el estudio encontró que solo caminar menos de 2 horas por semana se asoció con una menor mortalidad por todas las causas en comparación con no realizar ningún tipo de actividad física.