FEDE recuerda que las enfermedades cardiovasculares aumentan el riesgo de muerte en pacientes con diabetes
Esto se debe a la existencia de diversos factores de riesgo que, en una parte importante de los casos de diabetes tipo 2, se incluyen dentro del denominado como 'síndrome metabólico', el cual hace referencia a la presencia conjunta de obesidad, alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos e hipertensión.
"Para lograr reducir la mortalidad en diabetes debida a enfermedades cardiovasculares es importante mantener bajo control, por el siguiente orden, los niveles de colesterol, la hipertensión y la hemoglobina glicada y que se puede lograr un buen pronóstico llevando a cabo una buena prevención primaria de los factores de riesgo, y una prevención secundaria de los mismos, aún más estricta, en los casos en los que ya se ha producido un evento cardiovascular", ha argumentado el doctor Xavier García Moll.
En definitiva, prosigue, para reducir la mortalidad derivada de las enfermedades cardiovasculares en diabetes, es necesario abordar de forma multidisciplinar el tratamiento de la diabetes, teniendo en cuenta todos los parámetros y factores de riesgo que están en juego y no solo los más directamente relacionados con la patología, como los niveles de azúcar en sangre.
MEDIDAS PARA ACTUAR SOBRE LOS FACTORES DE RIESGO
Esto puede ayudar a evitar o retrasar algunas de las enfermedades cardiovasculares que se dan con mayor frecuencia en pacientes con diabetes y que es posible distinguir entre las de carácter microvascular, como la nefropatía y la retinopatía diabética; así como las de carácter macrovascular, como los infartos de miocardio o las afecciones arteriales periféricas, que se derivan en complicaciones como el pie diabético.
Por todo esto, FEDE ha instado a las personas con diabetes a adoptar una serie de medidas para actuar sobre estos factores de riesgo basadas en tres pilares. En primer lugar, llevar un estilo de vida saludable basado en el ejercicio físico regular y una dieta equilibrada, evitando el tabaquismo y el consumo nocivo de alcohol.
Finalmente, y en segundo lugar, ha subrayado la importancia de prestar atención a los posibles síntomas de un evento cardiovascular, que no siempre se muestran de la misma forma en hombres y mujeres y ante los cuales es necesaria una atención médica rápida. Y, finalmente, realizar revisiones periódicas, entre otras, de la tensión arterial y los niveles de colesterol y triglicéridos.