Nuevos fármacos reducen el riesgo cardiovascular en enfermos de diabetes
Hubo un antes y un después en el abordaje terapéutico de la diabetes de tipo 2 -la más habitual, con un 90% de los casos- a partir de 2008. Ese año, según explicaron ayer Edelmiro Menéndez Torre, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del HUCA, y Elías Delgado, jefe de la Sección de Diabetes, se llegó a la conclusión de que un fármaco indicado para bajar la glucemia en los pacientes aumentaba, no obstante, la incidencia de eventos cardiovasculares, por lo que fue retirado. Eso obligó a las agencias reguladoras, sobre todo a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) a condicionar que cualquier nuevo fármaco antihiperglucemiante demostrara su seguridad cardiovascular. La cuestión no era baladí, ya que ésta es la principal causa de muerte entre los diabéticos.
Desde entonces, se han multiplicado los ensayos clínicos con numerosos pacientes y se han puesto en el mercado nuevos fármacos que no solo reducen los riesgos de sufrir un infarto o un ictus, sino que conllevan «beneficios cardiovasculares» en los pacientes. Eso sí, a un precio algo superior a los existentes hasta entonces. Hasta cincuenta veces más. «Esto abre un nuevo campo en la valoración del tratamiento de la diabetes muy interesante», valoró el doctor Menéndez Torre.