Los ácidos omega-3 en el embarazo o la lactancia reducen el riesgo de diabetes tipo 1 de los niños
Cada vez es mayor el número de evidencias que muestra que los hábitos alimenticios de la mujer durante el embarazo condicionan, y mucho, la salud de su futuro hijo. Es el caso de la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados omega-3, que junto al ácido fólico mejoran el desarrollo de la atención de durante la etapa infantil de los neonatos. Sin embargo, los beneficios de estos ácidos grasos en la gestación no acaban ahí. De hecho, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Nacional de Salud y Bienestar de Finlandia en Helsinki (Finlandia) muestra que el consumo de ácidos omega-3 derivados del aceite del pescado durante el embarazo o la lactancia reduce, y mucho, el riesgo de que el bebé desarrolle diabetes tipo 1.
Como explica Sari Niinistö, directora de esta investigación publicada en la revista «Diabetologia», «nuestros resultados refuerzan la idea de que la lactancia materna o algunos componentes incluidos en la leche materna, incluidos los ácidos grasos, tienen un efecto protector, muy especialmente en la fase de autoinmunidad temprana. Y asimismo, que el estado de los omega-3 de cadena larga durante los primeros meses, en lo que el sistema inmune aún está madurando y se está ‘programando, es crítico».