Insulclock inyecta tecnología
Jesús Arenas Latorre y José Luis López son los creadores del primer aparato para pincharse insulina que está conectado a la nube, es decir, que manda información a una aplicación de móvil. Un blíster con un clip en la base que no sólo avisa a través del teléfono de la dosis que toca y cuándo, sino que comparte estos datos con el médico y las personas autorizadas por el paciente. Su proyecto cuenta con el apoyo de empresas del sector sanitario y de organismos públicos españoles y privados, que han reconocido el proyecto con diversos premios.
Insulclock no es una bomba de insulina ni un parche para medir la glucosa. "Lo que hace es monitorizar cuánta insulina te has puesto y te va diciendo el tipo, el momento y la dosis", explica Arenas. Todos los datos que se obtienen del control del tratamiento están encriptados "en un servidor independiente, con fuertes medidas de seguridad, porque en España la legislación es muy dura en esto". Además, los pacientes pueden elegir que sus datos no estén en la nube. La fecha de estreno es septiembre de 2017, pero está todo en marcha y la lista de tareas pendientes validada: patentes, ensayos clínicos, y financiación pública y privada.