Turco, un seguro de vida para Tato, un niño con diabetes
El páncreas de Tato dejó de producir insulina hace cuatro años y medio sin que los pediatras del Hospital Costa del Sol fuesen capaces de explicar la causa a sus padres. Al niño, que el pasado mes de diciembre cumplió 8 años, le fue diagnosticada una diabetes tipo 1. En aquel momento todo cambió para esta familia de Marbella, desde entonces siempre pendiente de los niveles de azúcar del pequeño. La calidad de vida de este hogar ha empezado a ganar enteros desde que hace apenas unas semanas adoptaran a Turco, un perro de agua que está siendo adiestrado para detectar y avisar de las subidas y bajadas de azúcar que sufra Tato a lo largo de los años.
La iniciativa se circunscribe a un programa piloto desarrollado por Marbella Canina, concretamente por el presidente de la asociación, Sergio Moya, adiestrador profesional que integra operativos de búsqueda de personas y que de forma totalmente altruista está educando a la mascota para el pequeño Tato, que se convierte así en el primer propietario de un perro de alerta médica en Marbella.