Un colegio unido contra la diabetes
Carlos Díaz, tutor de una clase de Tercero de Primaria del colegio Lope de Vega (Badajoz), tiene una especie de telepatía con una de sus alumnas, Ainoa Rodríguez, de ocho años. A Ainoa le diagnosticaron en junio diabetes de tipo 1, la más habitual en niños. La vida de Ainoa y su familia cambió por completo desde entonces. «A la niña le dolía mucho la cabeza y perdió 14 kilos. Se hizo un análisis y la ingresaron ese mismo día -comenta Isabel Gallardo, madre de la pequeña-. Al principio teníamos un desconocimiento total de la enfermedad, fue un jarro de agua fría».
Tras casi un mes de ingreso, Ainoa recibió el alta. «Cuando volvimos a Badajoz comuniqué en el colegio lo que había pasado y les dije que la niña iba a necesitar estar controlada en clase. A mi marido y a mí nos entró mucha angustia, incluso pensé en dejar el trabajo para hacerle los controles», afirma Isabel. Al igual que durante el resto del día, los niños diabéticos deben someterse en clase a controles de glucosa exhaustivos y periódicos. Los profesores tienen que estar formados para vigilarlos e interpretar sus síntomas, y deben saber cómo actuar si sufren una bajada o una subida de azúcar. Pero lo que para Isabel y su marido, Eugenio, supuso un problema en un primer momento, luego se transformó en tranquilidad. «Cuando llegué al colegio se me abrieron de brazos y me explicaron que no iba a tener ningún problema», afirma la madre.
La dirección del centro, encabezada por Ismael Pérez, se puso a trabajar desde que conoció el diagnóstico de Ainoa. Para casos de alumnos con diabetes, la Junta de Extremadura cuenta con un protocolo desde 2011. Primero, según informaron desde el Ejecutivo regional, el centro de salud más cercano (el Zona Centro de Badajoz) debe nombrar a un enfermero para el caso.
Después, en el propio colegio se designa a un docente referente educativo en salud. Se trata de un profesor que, de manera voluntaria, contacta con los padres y con el enfermero, supervisa los controles y vigila que en el colegio haya azúcar o bebidas azucaradas para los niños diabéticos.