Las dietas ricas en proteínas reducen el peso, pero no el riesgo de diabetes por la obesidad
Cada día hay más personas con exceso de peso en todo el mundo, muy especialmente en los países occidentales. Una consecuencia de un estilo de vida caracterizado por una alimentación ‘inadecuada’ y un mayor sedentarismo. ¿Y qué se suele hacer para combatir este sobrepeso y obesidad? Pues hacer ejercicio y, sobre todo, ponerse a dieta. Es el caso de las dietas que contienen una elevada cantidad de proteínas, pues las proteínas ‘extra’ quitan el hambre y previenen la pérdida de tejido muscular que se produce con la pérdida de peso. El problema es que, como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis (EE.UU.), este exceso de proteínas elimina uno de los beneficios asociados a la pérdida de peso: la mejora de la sensibilidad a la insulina, esto es, la capacidad para utilizar correctamente la insulina por los órganos y tejidos y, por tanto, de evitar la elevación de los niveles de glucosa en sangre. O dicho de otro modo, los obesos que adoptan esta dieta logran reducir su peso, pero no reducen su riesgo de diabetes tipo 2, ya incrementado por la obesidad.