De perder la visión con 23 años por la diabetes a soñar con su quinto oro
Nacer ciego es algo muy duro para una persona, pero que una diabetes te arranque el poder de la vista tiene que serlo más aún. Eso le sucedió a David Casinos, que con 23 años perdió su capacidad para ver y eso hizo que tuviera que empezar su vida de cero. Pero a este atleta no le ha ido mal: cuatro medallas de oro desde Sidney 2000 hasta Londres 2012 que le han convertido en una leyenda de su deporte, el lanzamiento de peso.
Su relación con el deporte comenzó antes. Prácticamente, nació con él. En la infancia y adolescencia, David practicaba ciclismo de montaña y atletismo hasta que tuvo que elegir uno de los dos. Se decantó por el atletismo. Y la misma gente con la que entrenó durante esa época fue aquella que le convenció para volver a practicar deporte una vez se quedó ciego. "Fue muy difícil", confiesa Casinos, aunque ahora, con los años, lo agradece, ya que el atletismo le ha permitido "volver a pasarlo bien, tener más seguridad y olvidar los malos momentos", asegura a este periódico.
Cuando la pérdida de visión llegó a su vida, apareció el deporte para rescatarlo. Le permitió "digerir poco a poco" el hecho de no volver a ver y a "reconciliarse con uno mismo". También a volver "a tener ilusión" en la vida y a levantarse cada mañana con un objetivo en la cabeza. Algo que le ayudó a superar las depresiones que sufrió después de quedarse ciego y a que su familia, que estuvo siempre a su lado, pudiera "volver a ser feliz".