La nueva guía clínica aconseja revisar la presión arterial a los tres años, ante el aumento de la obesidad infantil
Los endocrinos hace ya tiempo que lanzaron la alerta: la creciente epidemia de obesidad infantil está provocando la aparición de enfermedades de adultos en niños y cada vez a edades más tempranas. Por las consultas de los especialistas se observan en mayor medida a pequeños con la tensión arterial alta, diabetes tipo II o alteración de los lípidos, una consecuencia directa del sobrepeso, lo que los convierte en firmes candidatos a padecer enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. Una de las grandes amenazas es la hipertensión, un problema que ha llevado a la Sociedad Europea de Hipertensión a recomendar en la guía clínica que acaban de actualizar, que sirve de base para el manejo de los pacientes por parte de los profesionales, que la presión arterial se controle a partir de los tres años.
En realidad este consejo ya estaba incluido en el documento de consenso europeo alcanzado en el 2009, pero lo que entonces podía parecer un exceso se ha demostrado que es una absoluta necesidad, de ahí que ahora se vuelva a incidir, con mayor fuerza aún, en la importancia de medir este parámetro.