Los cardiólogos le declaran la guerra al azúcar
Su hijo no debería comer más de 25 gramos de azúcares añadidos al día. Es decir, el equivalente a seis cucharaditas de té o un poco menos de lo que contiene una lata de refresco (30 gr.). Lo dice la Asociación Americana de Cardiología en una recomendación publicada en su revista «Circulation». Y aclaran tener una evidencia científica «sólida» para hacerlo.
Los azúcares añadidos son todos aquellos presentes en alimentos o bebidas de forma artificial, es decir, en chocolates, caramelos, bollería, galletas, cereales azucarados, refrescos, y un largo etcétera, así como el azúcar de mesa. Queda excluido, por lo tanto, el azúcar que aporta el consumo de fruta o de leche, por ejemplo.
La presencia de estos apetecibles pero «peligrosos» alimentos con azúcar refinado en la dieta está vinculado al desarrollo del síndrome metabólico, es decir, un conjunto de factores de riesgo cardiovascular que pueden provocar obesidad, aumentar el perímetro abdominal, la presión arterial, la glucosa, los triglicéridos y bajar el colesterol «bueno».