Solidarios con la diabetes (Gijón)
Rafa Miguélez tiene ocho años y tiene diabetes desde pequeño. Cuando se incorporó al colegio San Miguel, con tres, tenía que medirse el nivel de glucosa en sangre cada hora, porque sufría grandes oscilaciones: tan pronto tenía 50 como 300. Por eso, siendo tan pequeñín, necesitaba la ayuda de auxiliares educativos como José Viña y Noemí Braña. Ahora sigue contando con ella, pero las cosas han cambiado. Rafa ya es más autónomo y se ha acostumbrado a llevar en la mochila la máquina de medición, agua, zumo, galletas y la medicación por si experimenta una hipoglucemia.
«Cuando tengo bajo el azúcar no me entero, pero ya sé que no puedo correr y tengo que tomarme el zumo, esperar diez minutos y quedarme en clase jugando», explica. «Y si la tengo alta, me toca caminar un poquitín, no comer y estar tranquilo. ¿Que qué tal lo llevo? Bien, yo me divierto igual corriendo, saltando a la comba o jugando al cascayu». Según José Viña, que ahora es su tutor, «es un niño feliz, con un carácter envidiable, que saca buenas notas y ayuda a los demás».
Él es el más pequeño de los cuatro alumnos con diabetes que tiene el colegio San Miguel. El centro organiza desde hace doce años su Semana del Deporte, en la que los alumnos realizan diferentes actividades físicas en instalaciones deportivas de Gijón. El broche lo pone una carrera solidaria que, en esta ocasión busca recaudar fondos para ayudar a los niños de Asturias que sufren diabetes. La cita será el próximo viernes, día 27, al mediodía, en el campo del Roces. Cada alumno aportará un donativo.