El agua, fuente de vida
El cuerpo de un adulto tiene de media entre un 55-60% de agua, este porcentaje aumenta cuanto menor edad tenga la persona y disminuye cuando ésta va acercándose a la vejez. Si tenemos un porcentaje de agua más bajo del que nos corresponde podemos deshidratarnos y poner en peligro nuestra salud. Por ello es necesario consumir agua a través de bebidas (no gaseosas, ni con cafeína), caldos, frutas y verduras. Con un aporte diario de agua a nuestro cuerpo regularemos nuestra temperatura corporal, hidrataremos nuestra piel, facilitaremos las digestiones, mejoraremos nuestro tránsito intestinal, optimizaremos nuestra concentración y nuestros riñones funcionarán mejor.