Emilio Valdés Aller
Cámara del programa Desafío Extremo de CUATRO.
Emilio Valdés, de 39 años, tiene diabetes tipo1 desde los 22.
Aunque ha trabajado en distintos ámbitos, realizó estudios de imagen y ahora se dedica profesionalmente a ello. Actualmente es cámara del programa de CUATRO llamado Desafío Extremo. En este programa, con Jesús Calleja como protagonista, se dedican a grabar aventuras por todo el mundo practicando todo tipo de deportes: escalada, alpinismo, moto, submarinismo, expediciones a ochomiles, exploración de regiones remotas,... no tienen límites.
Emilio acompaña a Jesús Calleja en todos sus viajes y con su cámara va grabando todas las hazañas: la ascensión de los picos Kilimanjaro en Tanzania, del Elbrus en el Cáucaso, del Aconcagua en los Andes, la escalada de la cara Sur de Torre Santa, la escalada en granito del Spitkope en Namibia, la ascensión del volcán Sangay saliendo de la selva del Amazonas en Ecuador, la travesía andando hasta el Polo Norte Geográfico, la carrera de motos a través del desierto del Sahara llamada "Rally de los Faraones", la travesía en todo terreno de la parte norte de Namibia; grabaron también los tiburones blancos en Sudáfrica y al presidente José Luís Rodríguez Zapatero en los Picos de Europa. Han estado en el Makalu, la quinta montaña más alta del mundo, y han realizado en pleno invierno la travesía del río helado Zanskar en el corazón del Himalaya.
Su próximo reto será, en enero, la Cordillera Darwin, en el extremo sur de América para realizar la escalada de un pico y una travesía por un glaciar inexplorado en una de las regiones más remotas del mundo. Después partirán en velero hasta la Antártida para escalar allí otra montaña y regresarán a América de nuevo en velero atravesando uno de los mares con mayores tempestades.
Como dice Emilio “Hay que perder el miedo a la diabetes y para ello, saber cómo se desenvuelven los demás es importante”.
Hola, yo mezclo dos tipos de insulina, una basal de 24 horas y una muy rápida para antes de las comidas. Pongo las unidades en función de lo que esté haciendo y de la comida que vaya a tomar. Me hago muchos controles. No llevo ningún tipo de dieta especial ni tengo horario fijo de comidas.
A mí también me hubiera gustado ser bombero. Pienso que no nos hemos movido lo suficiente para hacer que todo eso cambie. Posiblemente el principal impulso lo tendremos que hacer nosotros, es muy difícil que alguien ajeno lo haga si no ve un beneficio en ello. Es cierto que habría que hacer actualizaciones de los requisitos de admisión, máxime cuando si ya eres policia y debutas en una diabetes puedes seguir en el cuerpo. Los adelantos que ha habido para tratarla son desconocidos para la gente en general que tiene una visión muy gris y antigua de todo esto.
Gracias de mi parte y de todo el equipo. Aunque se nos olvide es una labor de muchas personas.
Como ya he respondido anteriormente, me administro las dosis de insulina según la actividad que estoy realizando. Si estoy haciendo ejercicio me pongo muy poca, si no voy a comer en muchas horas, no me pongo más que la basal. La altitud –más de 5.000 metros- influye poco. Me pongo algo más de basal (muy poco), es decir, la de las 24 horas. Parece complicado pero es muy, muy sencillo. Hay que ir probando y conociéndose. Nunca he tenido hipoglucemias importantes, las insulinas actuales favorecen esto. Para evitarlo me hago muchos controles, es más, cuando estoy en la montaña es cuando mejor controlado estoy, utilizo poca insulina y tengo muy buenos controles. Lo más dificíl es hacerlo cuando estás sedentario, ya sabes, poca actividad y mucha tentacion de comer…
Hola Nacho, que no te dé envidia, aprovecha las vacaciones y luego nos enseñas las fotos...
Como ocurre con todos los líquidos hay que tener cuidado para que no se congelen. Yo la llevo pegada al cuerpo, en los bolsillos de la ropa interior. Nunca se me ha congelado. Es muy dificil que lo haga a no ser que la lleves colgando del exterior. No obstante te tengo que decir que aunque fueras poco cuidadoso y por lo que fuera se congelara, sigue teniendo efecto. En pruebas que hemos hecho, hemos notado que haría falta sólo alguna unidad más para tener el mismo resultado. Con las actuales creo que todavía es menos acusado.
Hola Laura, para mí el tener que andar controlándome cada poco no supone ningún problema. Hace años que me acostumbré y es algo normal. En las expediciones no supone un gran inconveniente, es mucho más difícil grabarlas y manejar la cámara que hacerme los controles. Que tengas subidas y bajadas es normal, es imposible estar siempre en el mismo nivel. Lo óptimo es estar dentro de un rango aceptable, nunca demasiado alto durante mucho tiempo. Que tengas picos altos también lo veo normal, el estrés a mí me los provocan, pero como ya lo sé, me hago muchos controles y me pongo alguna unidad de insulina rápida para controlarlo. Ya te digo que lo peor es estar muy alto durante largo tiempo. No hace falta estar en casa para poder controlar todo esto. Para las bajadas te llevas algo que te suba el azucar, yo llevo barritas energéticas, geles, etc. y para bajarlo, insulina rápida que se lleva en el bolsillo.
Nunca he notado que esto influya demasiado. Teóricamente te diría que con el frío tienes más gasto de energía pero el cuerpo también te pide comer más… En mi caso no he notado que haya más en un ambiente que en otro.
Hola Angelina. Es dificil darte un consejo en este sentido, yo no soy psicólogo. Supongo que deberás intentar que tu hijo sea independiente, que aprenda a tomar decisiones con respecto a su diabetes, que sepa cómo controlarla y que se haga muchos controles para quitar el miedo a las hipoglucemias. Con diez años tiene todo el futuro por delante, hay que salir de casa y descubrir el mundo, el cercano y el que es un poco más lejano. Miedo hemos tenido todos, yo empecé con veinte años y también tenía miedo, pero probando y probando te lo vas quitando.
Empecé con 21 años al poco de acabar la mili. Creo que era el año 93. Comidas hago tres, como todo el mundo: desayuno, comida y cena. Y si he trabajado mucho pues me hago una merienda. Cuando estoy en la montaña es distinto, a veces sólo hago el desayuno y la cena. Como me pongo las cantidades de insulina dependiendo de la cantidad de comida que tomo, no es un problema saltarme una comida.
Me mido el nivel de azúcar en la sangre con un aparatito y lo hago muy a menudo. Es la mejor manera de saber cómo estás a cada instante. El mío me da el resultado en 5 segundos, con lo cual todo el proceso es muy rápido. Por percepcion propia sólo me doy cuenta cuando estoy bajo y eso no me gusta, por eso me hago muchos controles.
Cuando como más es porque gasto más, y si no me pongo más insulina. En realidad es muy fácil. Estoy en el Polo y aumento la comida porque el cuerpo con el frío y el ejercicio te lo pide. Salgo fuera y estoy 8 horas caminando. Hacemos una parada a cada hora para comer y beber algo caliente de los termos. Cada dos horas me hago un control de glucosa por si hay que ajustar algo y saber cómo estoy. Normalmente con este tipo de actividades tan exigentes me pongo menos insulina y estoy bastante bien regulado. En las paradas para comer no me lleno de comida, me tomo media barrita o similar. Cada uno debe de saber lo que mejor le va y la cantidad para ese tipo de ejercicio y la única manera es probar y probar. Segundo caso: desayuno y no salimos de la tienda porque hace mal día o hay que grabar por los alrededores, el consumo energético es menor, me pongo más insulina rápida. Sigo haciéndome los controles, esta vez como la exigencia es menor, me lo hago cada tres o cuatro horas, o en cada parada larga de la grabación. En las expediciones de montaña es algo parecido.
Ver un tiburón blanco desde dentro del mar ha sido una de las experiencias más impresionantes de mi vida. Cuando tengas algún año más tú también puedes verlo. Si realmente te gustan no dejes de hacerlo, no te arrepentirás. Dile a tus padres que empiezen a ahorrar para que puedan hacerte un regalo muy especial dentro de unos años. Para ti también será posible.
Pincharte fuera de casa es exactamente igual que en casa, nada cambia. Al principio puede que te dé algo de vergüenza que te vea la gente o los amigos, pero eso sólo es al principio luego se te pasa, porque lo más importante eres tú mismo y no que te miren los demás. Tienes que decirle a tu médico que te enseñe en el futuro a controlarte tú mismo y así poder ser independiente. Para poder ir a ver tiburones lo necesitas.
Hola Andrea, claro que puedes lograrlo, ¿por qué no? La diabetes es parte de nuestra vida y no debes estar ocultándolo todos los días, yo no podría. Si te es muy traumático pide ayuda a un psicólogo que son los profesionales que más te van a poder ayudar. Supongo que en Boliva habrá algun grupo o asociación de diabéticos, yo intentaría colaborar con ellos hablando de tu problema a los niños que empiezan. El ayudar a los demás nos hace subir la autoestima y ganar confianza en nosotros mismos, además es muy gratificante. Podrías empezar por ahí. Pero ya te digo, si te resulta muy traumático lo mejor es que consultes a un especialista. Animo, puedes superarlo.
La insulina la llevo siempre en el equipaje de mano en los aeropuertos y no he tenido nunca ningún problema. Por si acaso me llevo un documento de mi médico que explica en español e inglés que soy diabético y necesito la insulina. No sé a dónde vais a viajar pero no debería darte mayor problema el transporte de la insulina, aguanta bastante bien a temperatura ambiente. Si lees el prospecto te indica los rangos de temperaturas, si te das cuenta la mayor parte de los destinos del mundo donde se suele viajar están dentro. Cuando he ido a algún desierto, el último el Sahara, la llevo en unas bolsas que generan frío en su interior con sólo mojarlas. La marca es FRIO, se distribuye en España.
Además, suelo llevar tres o cuatro veces más insulina de la que necesito y varios medidores y pilas de repuesto. Hago varios paquetes y los reparto con los amigos o en los petates del equipo. Así, si pierdo o me roban alguno, puedo proseguir el viaje sin mayor problema. Si te deja más tranquilo, que sepas que esto nunca me ha pasado. También llevo barritas y geles energéticos.
La verdad es que como de todo lo que cae a mi alcance. Eso sí, si estoy de celebración con la familia, por ejemplo, me como una ración de tarta en vez de cuatro. Y si un dia se te va la mano –que nadie es perfecto- acuérdate de hacerte un control y ponerte más insulida de la rápida para bajar ese exceso.
Para los viajes llevamos comida muy energética que tenga muchos hidratos de carbono en poco volumen y peso. Durante el ejercicio en montaña a mí me gustan las barritas energéticas tipo PowerBar o Clif Bar. Ojo con esto de las marcas, son las que más me gustan a mí, no quiere decir que sean las mejores.
Para practicar deportes como el surf o el snow no deberías tener mayor problema. Puedes parar y hacerte controles o comer algo cuando quieras y puedes llevarlo encima en todo momento. Si tienes bajadas haciendo deporte es porque te pones mucha insulina antes de hacerlo o comes poco, también antes. Tienes que hablar con tu médico para que te enseñe a combinar cantidad de comida con dosís de insulina variable, es decir, poder modificar la cantidad de insulina antes de hacer ejercicio. Si no haces deporte y estás tan alta, tienes que poner más insulina o comer menos.
Todos tenemos momentos donde parece que no damos con el tratamiento, es normal, nada es perfecto. Tienes que hacer muchas pruebas. También recuerda que la insulina no tiene el mismo efecto a mitad de las horas de actuación que al final. Al final el efecto es menor. Puedes aprovechar estas horas para salir a entrenar. Ánimo y buenas olas.
Tienes razón, hay una serie de palabras curiosas en torno a la diabetes. No te preocupes, con un poco más de tiempo te acostumbrarás a esas decisiones diarias de unidades y comidas y luego se hacen de forma casi inconsciente. Es verdad al principio es difícil acertar pero ya verás como no es imposible, anota cada cambio de unidades y horarios y esas cosas y verás como tiene cierta lógica. Para evitar esas bajadas hazte muchos controles. En Asia las comidas tienen muchos vegetales y arroz y es una comida muy sana. Prueba en los viajes que no tengas muy controlados a ponerte la insulina rápida justo despues de acabar de comer, así no te equivocas con los hidratos de las comidas y te pones la cantidad justa para lo que has comido. Eso sí, justo al acabar de comer, no después de una hora de charla con el té. Para esto no hay otra solución que ir probando. Ánimo y sigue viajando y, sobre todo, seguir viendo nuestro programa. La nueva temporada tiene muchas sorpresas.
Qué hermosa tierra la Patagonia. En mi subconsciente siempre la tengo relacionada con la aventura, desde niño. En enero voy a ir a la cordillera Darwin y en febrero vamos a pasar desde allí en un velero hasta la Antártida. Nunca había oido esto que comentas, lo desconozco por completo. Según mi experiencia y la de más diabéticos que practican deporte a un alto nivel nada más que el entrenamiento va a condicionar tu rendimiento. Saludos.
No la utilizo porque para los deportes que practico me resulta un poco incómoda, sin embargo hay mucha gente que la utiliza y le va fenomenal. Si con tu método no te va muy bien, ponerte una puede ser un aliciente y una motivación nueva, algo muy importante en una enfermedad que es del día a día durante el resto de tu vida. Con los bolis de insulina me va bien y no me cambio, al menos de momento.
Entreno mucho y tengo muchas ganas y motivación, que es lo más importante de todo. Cuanto más ando mejor controlado estoy y me pongo menos insulina. Lo más dificíl es hacerlo cuando me paso los días delante del ordenador. Un saludo.
Nuestra enfermedad tiene un gran componente mental y para eso la mejor ayuda que podemos recibir es de un psicólogo. Es una pena que sabiéndose controlar ella sola le haya cogido miedo. Todos tenemos bajadas de azucar, hay que desmitificarlo un poco. Es un incordio tener que hacerse controles cuando estás de excursión pero más incordio es quedarse en casa. Tiene que perderle el miedo a todo esto y que se haga muchos controles. Parodiando un anuncio: el medirse el azúcar son 30 segundos, el tener que comer una chocolatina es un placer, el ponerse un poco de insulina son 15 segundos y el hacer todo esto y ser independiente no tiene precio.
Como mejor el 6,5 pero el 7 no está mal. Estoy tan controlado en la montaña trabajando como en casa. Es verdad que a veces te descontrolas pero es solo unas horas al día. Te mides el azúcar y o comes algo o te pones insulina y dentro de dos horas vuelves a hacer lo m¡smo hasta que des con ello. No dejes que pasen días enteros. Yo no llevo horarios fijos como te puedes imaginar, lo que utilizo es un método con variaciones en las cantidades de insulina según las circunstancias. No me pongo siempre la misma cantidad todos los días, ni como siempre a la misma hora. No tengo la patente de esto, es un método que utilizamos muchísimos diabéticos. Pídele a tu médico que te enseñe a hacerlo.
No tuve que convencer a nadie, a mí me contrataron para realizar mi trabajo como cámara en aventuras y demostré que sabía hacerlo. Cuando me han visto trabajar nadie ha dudado nunca de que pudiera hacerlo. Hay que desdramatizar todo esto. No sé si en algún momento se asustaron, pero lo que sí han visto es que trabajo como una máquina y en cualquier situación. No sólo tengo que llegar como los demás, sino además grabarlo y nunca he fallado. Hay mucha gente que hace cosas interesantes lo que pasa es que no lo dicen.
Nunca, sólo me han pedido que tenga cuidado, como es lógico. Puede que yo viva la diabetes como algo normal sin darle importancia y sin aspavientos y eso se transmite. Si tienes miedo y estás indeciso y vergonzoso también se transmite y eso es malo. Primero hay que ponerse a trabajar y demostrar que vales y luego ya verán que no pasa nada. Yo nunca lo digo, a mí me ven porque actúo con total normal¡dad y tranquilidad y, como te he dicho, eso se transmite.
Al principio fue un choque muy grande, todos los fines de semana iba a la montaña y después parecía que no se podía hacer ningún deporte. Miré libros pero eran bastante anticuados y lo único que recomendaban era andar, ¡ni tan siquiera jugar al fútbol! Me cambié de médico y mi nuevo endocrino (Isidoro Cano) me ayudó mucho y recuperé la confianza perdida. Con su ayuda continué viajando, con mucho ojo al principio, para ir aprendiendo cómo hacerlo con diabetes. Luego conocí a Ernest Blade que había hecho un ocho mil y a otros escaladores y alpinistas diabéticos como yo y volví a las grandes montañas igual que antes. Mi familia al principio estaba preocupada pero poco a poco fueron viendo que mis deportes y la diabetes no tenían porqué ser incompatibles si se tiene cuidado y sensatez.
A mí siempre me gustó la naturaleza, de niño soñaba con ir a los campamentos de verano y me encantaba ir a pescar con mi abuelo. Crecí con los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente, Jack Cousteau y Al Filo de lo Imposible. Siempre me gustó la aventura y cuando estaba en la edad de empezar a hacer cosas interesantes, debuté como diabético. No puedes dejarlo de la noche a la mañana y me propuse continuar como fuera.
Soy muy malo dando consejos. Te puedo decir una frase, el lema de la Fundación: “Si quieres, puedes”. Con este lema nos fuimos un grupo de la Fundación para la diabetes al Polo Norte Geográfico. Yo siempre quise ir al Polo Norte y en abril de 2002 fui el primer leonés (y Castellano-Leonés) de la historia en poner su pie en este punto. ¡Fíjate si será complicado! Si me lo dicen en el 93 cuando debuté con la diabetes jamás me lo hubiera creído y sin embargo allí estábamos, en uno de los puntos más inaccesibles del planeta, haciendo realidad un sueño.
Que la vida hay que disfrutarla mientras podamos, que no hay que quedarse en casa. Que hemos nacido en la parte “guapa” del mundo y no nos podemos quejar tanto. Hay muchas cosas por ver y por hacer y tenemos que empezar cuanto antes.