Olga Sanz Font
Psicóloga y Experta en terapia Infanto-Juvenil. Madrid, Sevilla.
Olga Sanz Font, es Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, Master en Psicología Clínica y de la Salud por la misma universidad y Experta en Psicoterapia Infanto-Juvenil.
Desde el año 2000, trabaja como psicóloga clínica en el ámbito privado atendiendo psicológicamente a personas con diabetes.
Debutó con diabetes a los 23 años, especializándose profesionalmente en este campo a partir de su estancia como psicóloga en el Servicio de Endocrinología Pediátrica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid; donde actualmente sigue colaborando.
Ha presentado ponencias en congresos y simposios con temas como: “Aspectos sociales y psico-educativos del tratamiento de la diabetes”, “El niño con diabetes en diferentes edades.”, “La familia y el manejo de la diabetes”... Colabora regularmente con distintas entidades, entre ellas: la F.E.A.E.D, la Fundación para la Diabetes y la S.E.D, interviniendo como docente en diversas jornadas y seminarios como: “Curso práctico de diabetes para padres”, “Seminario práctico de psicología y diabetes para padres y adolescentes”, “Jornadas de atención psicológica a niños y adolescentes con diabetes”
Como norma general, podríamos decir que se aconseja la visita al psicólogo si ves algún cambio de comportamiento en tu hijo que interfiere de manera significativa en su/vuestra vida y que a pesar de haber intentado otras alternativas, no se ha resuelto el problema.
Algunos de los síntomas más frecuentes que se dan en los niños cuando existe algún problema psicológico son:
NIÑO EN EDAD PREESCOLAR
- apatía y rehusar a comer
- tristeza e irritabilidad (lloros y balanceos frecuentes)
- retraso en el desarrollo
NIÑO EN EDAD ESCOLAR
- características predominantes: la ansiedad y la tristeza
- síntomas psicosomáticos (dolor de cabeza, dolor de estómago)
- dificultades en el rendimiento escolar con falta de atención y pobre concentración
- irritabilidad, aislamiento social e intolerancia a la frustración
- sentimientos de baja autoestima
- ideas de muerte (aunque no autolíticas)
- suelen quejarse de aburrimiento y de pérdida de interés
- suelen parecer tristes, sin vitalidad, ni energía
Hola Carmen. Es frecuente que el hermano del niño con diabetes se sienta celoso porque los padres sienten que no les “necesita tanto” cuando realmente les necesita igual. Sería positivo que la atención fuera la misma hacia los dos hijos, con sus correspondientes castigos y premios, aunque os continuéis ocupando de la diabetes. Pasar una tarde especial, o hacer alguna actividad que sólo hagáis con el hermano sería muy positivo para él.
Para contestaros de una manera más completa a vuestra pregunta, necesitaría saber en qué consiste ese “circo”. Pero de forma general, os diré que sería conveniente no darle excesiva importancia ante el niño, ya que esto lo puede utilizar cómo arma para llamar vuestra atención. Si el problema es que una vez puesta la insulina no quiere comer, la opción podría ser ponérsela después de la comida.
Hola Liliana. Sin duda alguna los factores emocionales influyen en los niveles de glucosa. Las emociones tanto positivas como negativas influyen, aunque en algunas personas más que en otras. No hay una vacuna para que no sintamos emociones, pero sería recomendable que en situaciones similares lo tuvieras en cuenta para tomar decisiones. Si esto ocurre de forma puntual no creo que sea necesaria la intervención de un psicólogo pero si consideras que esto afecta a tus niveles de glucemia de forma constante, sí habría que valorarlo de forma profesional puesto que existen técnicas psicológicas para afrontar ese tipo de situaciones.
Yo utilizaría la palabra llevar una vida normalizada, ya que es cierto que ponerse insulina no es lo normal. Pero la clave es, que sí es posible que pueda llevar una vida como la de cualquier otra persona sin diabetes (trabajar, viajar, tener hijos, …) eso sí, hay que cuidarse.
Estimados Padres:
Me gustaría comentaros varias cosas respecto a vuestra situación: en primer lugar, por el hecho de que vuestra hija tenga diabetes, no significa en absoluto que tenga por qué tener depresión, aunque sí es cierto que en la población con diabetes hay mayor porcentaje de depresión que en población sin diabetes pero, ¿por qué vivir adelantándose a algo que no es y que no tiene por qué ser?
En segundo lugar, supongo que las preguntas que os planteáis como padres, os las plantearíais igualmente aunque no tuviera diabetes. Sin duda alguna el diálogo es fundamental; para ello, es importante hacerle ver que puede confiar en vosotros y vosotros en ella, el diálogo no sólo debe estar centrado en la diabetes si no en cualquier otro ámbito de su vida. Es importante ya en esa edad, negociar con ella, y que ella participe a la toma de decisiones respecto a su tratamiento u otras cosas que le surjan en su vida.
Desde luego que a pesar de tener diabetes, se puede tener una vida plena, con un futuro muy alentador, eso sí, hay que cuidarse.
En cuanto a las advertencias y educación a los niños con diabetes, deben ser las mismas que para cualquier otro niño que no tenga diabetes, sólo que en este caso, se incluyen aspectos relacionados con la diabetes, pero el patrón educativo ha de ser él mismo.
Comprendo cómo te sientes pero me gustaría decirte que mi experiencia me dice que los padres se suelen sentir mucho más angustiados y preocupados por la diabetes que los propios hijos en sí, que lo suelen vivir con más calma y normalidad.
Hola Carlos, lo que os ocurre a vosotros le ocurre con mucha frecuencia a los padres de niños con diabetes. Sería aconsejable que tratéis de buscar espacios para la pareja “aparcando” al niño en casa de algún amigo o familiar (de manera puntual) para charlar de otros temas. Por otro lado, es fundamental que al menos, a ojos de vuestro hijo, seáis coherentes y trabajéis en la misma dirección como padres intentando llegar a acuerdos entre vosotros cuando no esté el niño delante.
Y tienes razón Carlos, la culpa no es exclusivamente de la diabetes, es posible que podría haber ocurrido algo parecido ante otra situación de vuestra vida.
Lo primero de todo decirte que pedir ayuda es un síntoma de fortaleza y no de debilidad. Creo que sería conveniente que solicites ayuda de un especialista (psicólogo). Si perteneces a alguna asociación quizá allí te puedan informar. No lo dejes pasar. Ánimo y mucha suerte.
Sería conveniente recalcarle que claro que es especial, muy especial, pero no por el hecho de tener diabetes si no por ser él, único en el mundo, pero a la vez tan especial como lo son los demás.
Ten en cuenta que para un niño es muy importante el valor emocional de participar junto con otros niños, por lo que te recomendaría, si me lo permites, que trates de que lleve una vida lo más normalizada posible animándole a asistir a los cumpleaños; consultando con su endocrino la posibilidad de que tome algo de tarta (si le gusta). Si ves que a pesar de ello mantiene la misma actitud sería conveniente consultarlo con un psicólogo.
Buenos días, quisiera preguntaros ¿qué es lo que suele comer en esas circunstancias?, supongo que come lo menos recomendable para la diabetes. Las transgresiones con la alimentación son frecuentes en las personas con diabetes porque es ahí donde encuentran la limitación. No paséis por alto lo que está ocurriendo pero tampoco os enfadéis con él. Buscar un momento adecuado para plantearle la situación facilitando que sea él mismo quien lo cuente. Decirle que le comprendéis, que sabéis que no es fácil no comer todo cuanto uno desea cuando desea, pero que puede confiar en vosotros para contarlo cuando esto ocurra. Es importante que entre todos busquéis soluciones… como, por ejemplo, que coma pero limitando la cantidad o comiendo aquello en ocasiones especiales.
Estimada María, recientes estudios concluyen que, entre las mujeres jóvenes con diabetes tipo 1, los Trastornos de Alimentación, es dos veces más frecuente que entre la población sin diabetes, debido a que las personas con diabetes siempre deben tener presente las restricciones en la comida, tanto en la cantidad como en el tipo. Generalmente las personas que padecen bulimia lo llevan en secreto, pues se sienten culpables por estar haciendo algo nocivo para su salud.
Respecto a vuestra hija, dejaría de “vigilar” y hablaría con ella, con calma, diciéndole que estáis preocupados por ella y que queréis ayudarla a buscar una solución. Aunque no lo transmita, ella es la que lo está pasando realmente mal, hacerle ver que estáis de su lado y que no tiene de qué avergonzarse. En este caso os recomendaría buscar la ayuda de un profesional.
En primer lugar, hay que averiguar por qué es reacio a la insulina: ¿porque le duele? ¿acaso es porque coincide con la hora que juega al fútbol o alguna otra cosa que le gusta especialmente? ¿porque sabe que te preocupas? Si tiene buenas glucemias y siempre se acaba poniendo la insulina, no le daría mayor importancia.
Muchas gracias.
Es importante que acudáis a un profesional que valore la situación. Si su endocrino descarta que la falta de apetito sea de origen físico, tal vez se trate de un problema de tipo psicológico, para lo cual deberías solicitar ayuda profesional.
Comprendo tu preocupación pero la cuestión es saber cómo lo lleva ella; si se cuida y continua haciendo su vida con normalidad no es necesario que intervengas de ninguna manera en especial, a esa edad debe ser ella quién hable con sus amigos. El mejor comportamiento que podrías asumir es el de decirle que si necesita algo, estás a su lado para ayudarle en lo que requiera.
La mayoría de niños con diabetes de más de 8 ó 9 años de edad, se pinchan solos.
Habría que saber por qué le da miedo pincharse sólo: ¿Porque le duele? ¿Porque cree que no lo hará bien?
Una manera de ayudarle podría ser que te viera pincharte a ti (sin insulina, claro) y que vea que lo haces con tranquilidad y sin darle importancia puesto que los padres sois modelos para los hijos. Comenzaría enseñándole a pincharse en las zonas que le resulten más sencillas (brazos, tripa); ayudándole hasta que lo haga él sólo, como, por ejemplo, colocando tu mano sobre la suya cuando se pincha.
Por experiencia te digo que controlar ese tipo de cometarios que vienen “de fuera” es complicado, pero piensa que quien más influye en ella es su entorno más cercano (como sus padres) y es ahí donde es fundamental transmitirle que es una niña como cualquier otra niña que no tiene diabetes.
Hola Nancy. Este es un tema que tendrías que consultar con su endocrino porque, a no ser que tenga un problema de peso, tu hijo no tendría por qué quedarse con hambre. Hoy día no es necesario que las personas con diabetes hagan una dieta tan escrita puesto que las nuevas insulinas permiten mayor flexibilidad en el tratamiento.
Una de las mayores dificultades que se encuentran las personas con diabetes es el mantener la adhesión al tratamiento, ya que es un tratamiento indefinido en el tiempo. Por ello hay que trabajar la motivación, evitar los desgastes que conlleva una enfermedad crónica. Los aspectos a reforzar dependen de la edad de la persona, pero en general serán todos aquellos que vayan encaminados al buen control: hacerse controles, cuidar la alimentación, ponerse insulina, etc.
Mira hay una frase que en ocasiones digo en mis presentaciones y que creo que te puede ayudar: "La experiencia muestra que cuando los demás saben lo que es la diabetes, lejos de ver a la persona con diabetes como a alguien diferente, harán lo posible por echarle una mano”. ¿Qué pensarías tú si un amigo te dice que tienes diabetes? Probamente nada malo, entonces, ¿qué te hace pensar que ellos reaccionarían mal? Es poco probable que eso te ocurra y si fuera así entonces es a ti a quien no te merece la pena tenerlo como amigo/a.
Es muy posible llevar contigo un medidor de glucosa, ponerte insulina y tener una vida satisfactoria. Por otro lado, es normal que las personas con diabetes a veces nos “hartemos” teniendo ganas de “tirar la toalla” pero nunca debemos descuidarnos del todo puesto que la diabetes va a seguir ahí. Te recomendaría que lo consultaras con un psicólogo.
Hola Claudia. Comprendo que estés preocupada por la actitud de Sebastián. Yo intentaría algunas cosas: es importante que no le dejes “hacer lo que quiere” puesto que aún necesita que sus padres le pongáis límites y le guiéis. Él aún no tiene suficiente madurez para tomar toda la responsabilidad del tratamiento y menos, en las condiciones en que se encuentra. Como Sebastián es menor de edad, hay determinadas circunstancias en las que tiene que ser obligatorio que cumpla, como por ejemplo el ponerse la insulina. Por otro lado, sería positivo saber qué cosas son las que le motivan, cuáles son sus deseos, qué le gusta hacer, etc, para utilizarlo en beneficio de su control. Sé que es complicado, que es una edad difícil y que es necesaria mucha paciencia, pero si siente que “abandonáis” se sentirá abandonado. Ánimo y suerte.
En general a esa edad suelen llevar la diabetes con relativa calma, te invito a que leas en la Web de La Fundación las características de cada edad que quizá esto te pueda orientar.
“Aceptar la realidad” es un proceso que Galo ya esta viviendo y es importante que lo viva con la mayor tranquilidad y normalidad posible.
En absoluto tiene por qué ser una persona resentida/enojada por ese aspecto, lo que sí es conveniente es que evitéis excesivos contrastes dentro de la familia. En vuestro caso respecto a la comida, ten en cuenta que la persona con diabetes tiene que hacer un tipo de comida que en realidad es la más aconsejable para todos los miembros de la familia, por lo que procuraría que todos comierais lo mismo sin distinciones.
Hola Carolina. Comprendo que te gustaría que te dieran la noticia de que la diabetes tiene cura, pero hoy por hoy hay que contar con los métodos que tenemos y que han mejorado notablemente en los últimos años, y créeme conozco gente con diabetes que es igual de feliz o infeliz que gente sin diabetes.
Si quieres que tus padres te den un poco de margen demuéstrales que pueden confiar en ti, dándoles motivos para apoyarse en esa confianza.
En todo caso, Carolina, si no te sientes bien, háblalo con tus padres para que te ayuden a buscar la ayuda que necesitas.