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General   Fundación para la Diabetes
Entrevistado
Nuria García de la Torre

Nuria García de la Torre

Doctora especializada en endocrinología, metabolismo y nutrición

Tema: No hay que minimizar el impacto emocional que el diagnóstico de diabetes gestacional tiene en las mujeres
Categorías: Embarazo
Fecha:

Nuria García de la Torre, doctora especializada en endocrinología, metabolismo y nutrición, ha publicado el libro "Que el azúcar no te amargue el embarazo. Guía sencilla para manejar tu diabetes gestacional sin agobios". Un manual que ha escrito con la motivación de ayudar a las mujeres a hacer frente a un diagnóstico que les provoca muchos miedos e incertidumbre. Y para ello utiliza un lenguaje coloquial, aunque con el máximo rigor científico.

 

  Puede contarnos un poco cómo decidió dedicarse a la medicina y, en concreto, a la especialidad de endocrinología.

Desde los primeros años escolares mi asignatura favorita fue siempre la de ciencias naturales y posteriormente biología. Pero en bachillerato y COU descubrí la filosofía de mano de una profesora maravillosa que me abrió las puertas de la exploración de la esencia humana, y quedé cautivada. Así que, a la hora de elegir carrera universitaria me decanté por Medicina que aunaba mis dos pasiones: la biociencia y el humanismo. Durante los años universitarios se acrecentó mi interés por ese componente intangible del ser humano que nos hace únicos y especiales, por lo que elegí una especialidad tan intrínsecamente unida a nuestras emociones, nuestros hábitos y por supuesto a nuestra fisiología, como es la Endocrinología.

  Durante el embarazo las mujeres afrontan muchos cambios, especialmente en el ámbito hormonal, lo que afecta a sus emociones, ¿considera que se pasa por alto este aspecto?

Todos somos conscientes del impacto emocional del embarazo en una mujer. Se dice que el día que nace un bebé también nace una mamá, porque esa mujer nunca volverá a ser la misma. Y nos sentimos madres desde el momento en que el test de embarazo es positivo. Pero quizá no sea éste el aspecto que más se prioriza en la atención médica, porque las limitaciones de tiempo de los sistemas sanitarios muchas veces obligan a “ir al grano” y a que los profesionales se centren en dar un diagnóstico y explicar el tratamiento correspondiente.

  En este contexto, la diabetes gestacional es algo que muchos saben que existe, pero que se conoce verdaderamente poco, ¿por qué cree usted que hay este desconocimiento?

Fundamentalmente poque afecta a mujeres en edad fértil, es decir jóvenes, previamente sanas, que no piensan que les va a tocar a ellas, salvo que hayan sido diagnosticadas en un embarazo anterior.  Las mujeres que ya tienen una diabetes tipo 1, tipo 2 o MODY previamente diagnosticada saben que tienen que planificar su gestación y ser más estrictas en su control glucémico. Conocen las posibles complicaciones de un mal control durante la gestación y aplican estrategias para evitarlo.

Las mujeres a las que se diagnostica diabetes gestacional por primera vez desconocen conceptos como medida de cantidades de carbohidratos, índice glucémico, carga glucémica, niveles normales de glucemia, monitorización de niveles de glucosa, manejo de insulina, identificación y resolución de hipoglucemias… Por ello el diagnóstico de diabetes gestacional les cae como un jarro de agua fría.

  ¿Por qué puede ocurrir que una mujer sufra de diabetes gestacional? ¿Es posible que continúe después del embarazo?

Durante el embarazo se producen una serie de cambios que conducen a una resistencia a la insulina y para vencer esta resistencia el páncreas tiene que producir mayores cantidades de esta hormona. Hay veces que el páncreas no es capaz de producir suficiente insulina para cubrir esta mayor demanda, por lo que los niveles de glucosa aumentan y es cuando aparece la diabetes gestacional. El lactógeno placentario es el principal responsable de la resistencia a la insulina durante el embarazo. Su función es, precisamente, contrarrestar el efecto de ésta, para que haya menos captación de glucosa por las células de la madre y que así haya mayor disponibilidad para la nutrición fetal. 

La diabetes gestacional es una enfermedad multifactorial que es debida a la interacción de varios factores como los genéticos, la edad materna, el peso corporal, estilo de vida …

La diabetes gestacional desaparece tras el parto. Si la diabetes persiste, es que el diagnóstico ha sido incorrecto. Puede pasar que nos encontramos ante un problema previo a la gestación como una prediabetes, una diabetes tipo 2 o algunos tipos de diabetes genéticas que habían pasado inadvertidas y al hacer la sobrecarga oral de glucosa resultan en unos niveles elevados y conducen al diagnóstico erróneo de diabetes gestacional. Incluso puede darse el caso de una diabetes tipo 1 que debute durante el embarazo. Es por ello que la Asociación Americana de Diabetes recomienda siempre una reevaluación de la madre entre la semana 4 y 12 postparto.

Lo que sí persiste tras el embarazo es un riesgo claramente aumentado de desarrollo de diabetes tipo 2 a medio-largo plazo. De hecho, el riesgo de acabar desarrollando diabetes tipo 2 es 10 veces mayor en mujeres que han tenido previamente diabetes gestacional que en aquellas que no la tuvieron.

  ¿Cuál es el mayor miedo al que puede enfrentarse una madre que acaba de recibir la noticia de tener diabetes gestacional? ¿Considera que es por la desinformación?

Creo que se enfrentan a dos tipos de miedo.

El primero de ellos es, efectivamente, el desconocimiento. Como hemos comentado previamente, estas mujeres tienen que aprender muy rápidamente conceptos como medida de cantidades de carbohidratos, índice glucémico, carga glucémica, niveles normales de glucemia, monitorización de niveles de glucosa, y aquellas que requieren tratamiento insulínico tienen que familiarizarse con el manejo de la insulina e identificación y resolución de hipoglucemias. Esto supone un reto y un estrés para ellas.

El segundo miedo y más intenso, es que el diagnóstico de diabetes gestacional pueda afectar negativamente al curso de su embarazo y a la salud de su bebé. Por eso es tan importante poner a su alcance todas las herramientas necesarias para que sean capaces de mantener un control glucémico adecuado y minimizar al máximo el riesgo de complicaciones.

Y estos dos aspectos fueron los que me motivaron a escribir el libro.

  ¿Cree que la diabetes gestacional es una oportunidad para la madre de mejorar sus hábitos?

Absolutamente. Como digo en la introducción del libro: “si la vida te da limones vamos a hacer limonada”. El embarazo es un momento ideal para sembrar la semilla de una vida más sana, ya que por el bienestar de nuestro futuro hijo estamos dispuestas a hacer cambios que, en muchas ocasiones, no haríamos por nosotras mismas. Tenemos que aprovechar esta oportunidad para que las mujeres aprendan, incorporen y mantengan estos hábitos para mejorar su salud en el embarazo y a largo plazo. Especialmente sabiendo que, tras el diagnóstico de diabetes gestacional, tienen un mayor riesgo de desarrollo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares con el paso de los años.

  Después de tantos años de investigación, decidió escribir un libro para acompañar a las madres que tienen diabetes gestacional, ¿hubo algún suceso/hecho que le hiciera pensar que era el momento para dar el paso a escribir todo un libro al respecto?

Un día me pidieron que recomendase un libro sobre el tema dirigido a pacientes. Tengo que reconocer que conocía la literatura médica para profesionales, pero no me había preocupado de revisar la literatura disponible para pacientes. Mi sorpresa fue mayúscula cuando comprobé que, más allá de libros de recetas de cocina para diabetes gestacional, apenas había nada publicado para las mujeres que la padecen.Así que, decidí escribir un manual con toda la información que considero que pueden requerir, explicado con un lenguaje sencillo, pero con el máximo rigor científico y de ahí surgió el proyecto.

  ¿Qué nos podemos encontrar en las páginas de ese libro?

En el libro explico en qué consiste la enfermedad y sus posibles consecuencias para madres e hijos, métodos diagnósticos (el que no tengamos criterios unificados las confunde mucho), cómo se hace el seguimiento (cómo hacer los perfiles e interpretación), todas las estrategias a su alcance para controlarla (dieta, ejercicio, sueño y suplementación), cuándo insulinizar, cómo lo hacemos, tipos de insulina, cómo ajustamos las dosis, identificación y resolución de hipoglucemias y, finalmente, un apartado postparto (implicaciones metabólicas y cardiovasculares a largo plazo y cómo evitarlas); también hablo del efecto protector de la lactancia sobre estos riesgos.

Además de explicar todo esto, el libro está hecho con un doble enfoque: 

  • Aprovechar la oportunidad del diagnóstico de diabetes gestacional para aprender, asimilar y conservar un estilo de vida saludable a largo plazo tras el parto, ya que la motivación durante el embarazo es máxima.
  • Que las pacientes adquieran un conocimiento que les permita manejar la enfermedad para que así no la vivan con agobio e incertidumbre. El embarazo es una etapa maravillosa e ilusionante y todas las mujeres merecen vivirlo de una forma plena y feliz.
  ¿Qué fue lo que más le costó plasmar en el libro?

La verdad es que una vez que decidí escribir el libro tuve la estructura bastante clara, ya que llevo años leyendo y escribiendo artículos sobre el tema. La escritura del libro, aunque llevó muchas horas, fluyó con relativa facilidad.  El proceso que vino después, por el contrario, me resultó muy arduo ya que no tenía ninguna experiencia en edición, maquetación, diseño de portadas, autopublicación…. He tenido momentos de auténtica frustración, pero ahora me alegro de haber pasado por ese aprendizaje.

  Además de para las madres, ¿considera que puede ser útil para otros miembros de la familia?

Por supuesto. Si conseguimos que las mujeres adquieran y mantengan una dieta más saludable y una vida más activa físicamente, los beneficios obtenidos se pueden extender incluso, al resto de la familia, ya que de los hábitos que tengan los progenitores durante la crianza dependerán en gran medida los hábitos que tengan sus hijos en el futuro.

  ¿Qué consejo daría a las madres que acaban de enterarse que tienen diabetes gestacional y piensan que van a ver truncado su embarazo por esta noticia?

En primer lugar, acompañarlas en su desconcierto y disgusto inicial. No hay que minimizar el impacto emocional que este diagnóstico tiene en las mujeres. Pero posteriormente el mensaje es positivo. Un seguimiento y un tratamiento adecuados reducen muy significativamente el riesgo de las posibles complicaciones materno-fetales perinatales asociadas al diagnóstico de diabetes gestacional.  Además, este diagnóstico va a dar a las mujeres la oportunidad de aprender a cuidarse y adquirir unos hábitos saludables en cuanto a la dieta y la actividad física, en un momento en el que la motivación va a ser mayor que en cualquier otra ocasión de su vida. Y es que no hay nada que no haríamos por el bienestar y seguridad de nuestros hijos.  Esa motivación se puede y debe transformar en un motor de cambio que se prolongue mucho más allá del embarazo y que aporte beneficios, no sólo en los meses de gestación, sino el resto de la vida.