Anna Novials
Endocrinóloga en el Hospital Clínico de Barcelona y Subdirectora del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM).
La Dra. Anna Novials es endocrinóloga del Hospital Clínico de Barcelona. Actualmente es Subdirectora del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y Directora del programa de investigación diabetológica, Acció Sardà Farriol. Asimismo, es Directora del Laboratorio de Diabetes y Obesidad del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), institución consorciada al CIBERDEM. También ha sido nombrada Vicepresidenta de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y Council Member de la European Association for the Study of Diabetes (EASD).
Se doctoró en la Universidad de Barcelona estudiando el fenómeno de la glucotoxicidad y su relación patogénica con la diabetes tipo 2. Recibió formación postgraduada en la Universidad de Cambridge, en el ámbito de la biología molecular aplicada a la investigación diabetológica, y posteriormente en la propia Universidad de Barcelona.
Los trabajos de investigación de la Dra. Novials se han publicado en numerosas revistas científicas internacionales del ámbito de la endocrinología y la diabetes. Sus lineas de investigación se enfocan principalmente en temas relacionados con diversos aspectos de la alteración y destrucción de la célula beta pancreática, así como de los beneficios del ejercicio sobre la prevención y tratamiento de la diabetes.
La Dra. Novials ha recibido premios de prestigio de diversas instituciones, incluyendo el Leandre Cervera de Endocrinología, el Mutual Médica de la Academia de Ciències Mèdiques de Catalunya, y el de Investigación básica, concedido por la Sociedad Española de Diabetes.
Los ejercicios de larga duración (más de 2 horas) pueden provocar una disminución de los valores de glucemia que pueden llegar a persistir hasta 48 horas después de finalizada la actividad. Esto se produce porque las fibras musculares se hacen más sensibles a la entrada y consumo de glucosa, debido a la estimulación provocada por la actividad. Además, durante el ejercicio prolongado se consume glucosa de las reservas del organismo. Debes saber que el cuerpo humano es capaz de almacenar una cierta cantidad de glucosa (denominado glucógeno) en los músculos y en el hígado. Es posible que durante tu actividad hayas gastado parte de esta reserva, la cual la debes ir reponiendo en las horas posteriores, mediante una alimentación rica en hidratos de carbono, como harinas o frutas. Cuando el ejercicio es de larga duración y moderada o alta intensidad no es suficiente el aumento del consumo de hidratos de carbono, sino que al mismo tiempo hay que planificar una reducción de las dosis habituales de insulina tanto antes, como horas después de la actividad para evitar la hipoglucemia.
La intensidad y duración del ejercicio es uno de los factores clave en cuanto al consumo de glucosa. Pero el efecto sobre la glucemia es muy individual, pues para algunas personas ir a 4-5 km/hora es muy lento, mientras que para otras es muy rápido. Por norma general, aquellos ejercicios realizados a intensidad moderada o alta son los que consumen más glucosa, en cambio caminando a intensidad baja se suele consumir más proporción de grasa que de glucosa.
Antes de nada animaros a aprender lo máximo posible y a que vuestro hijo pueda seguir practicando su deporte favorito con total normalidad. El momento del debut de la diabetes es una época en la que se suceden diversos cambios, por lo que seguramente se deberán ir adaptando y corrigiendo las pautas de insulina y alimentación. Seguramente, las raciones de hidratos de carbono que os han programado son correctas, pero debéis tener en cuenta que esto debe incrementarse cuando se realiza ejercicio físico. A pesar de que el tenis de mesa no sea un deporte de alto consumo (en comparación con el fútbol o el ciclismo, por ejemplo), tu hijo necesitará dosis extras de hidratos de carbono durante la actividad.
Podéis probar añadiendo unos 15-20gramos de hidratos de carbono por cada hora de ejercicio y haciendo controles de glucemia frecuentes para valorar si esa cantidad de hidratos de carbono es la correcta. Si aún así persiste la tendencia a que haga hipoglucemias se debe subir la dosis de hidratos de carbono hasta encontrar su equilibrio. No olvidéis que cada persona reacciona de una forma distinta a cada deporte o actividad física. La propia experiencia os lo confirmará.
Desafortunadamente tengo que decirte que la respuesta es no. Piensa que son demasiadas variables para conseguir una fórmula. Cada persona es diferente y solamente la experiencia personal y los resultados de los controles de glucemia, teniendo en cuenta el tipo de ejercicio que realizas, la intensidad y su duración, te irán orientando sobre las dosis de insulina a utilizar.
Habitualmente, para un ejercicio de intensidad ligera como caminar, si no sabes cuál será la duración, se puede evitar la hipoglucemia tomando algunos hidratos de carbono extras a medida que vas haciendo la actividad. Para este tipo de ejercicio unos 15 gramos de hidratos de carbono por hora de ejercicio suelen ser suficientes. Si prefieres reducir la insulina previa al ejercicio se recomendarían reducciones ligeras, del 10-20% de la dosis.
El ejercicio es una de las actividades que más beneficios aportan a las personas con diabetes. Es cierto que algunas personas temen padecer hipoglucemias asociadas a la práctica de ejercicio, por lo que acaban abandonándolo. En estos casos es imprescindible consultar con su equipo médico para que les ayude a entender qué tipo de estrategias deben poner en práctica para evitar alteraciones ocasionadas por la actividad. Otro consejo, iniciar el ejercicio de forma muy gradual, así, a medida que aumentas la duración e intensidad de la actividad, irás conociendo mucho mejor el efecto sobre tu diabetes.
Este efecto aparece en algunas personas con diabetes que realizan ejercicio. La explicación radica en que el organismo tiene la capacidad de producir glucosa en algunas situaciones especiales, como es el estrés o cuando se realiza actividad física. En algunas personas con diabetes esta producción de glucosa es algo mayor de lo normal cuando realizan ejercicio, especialmente si es un poco intenso. Por lo tanto, sería necesario que aunque el ejercicio que practicas es suave como caminar, lo realices de forma mucho más progresiva, para que poco a poco tu organismo se adapte a la actividad física sin ocasionar este descontrol. También deberías tener en cuenta el tipo de alimento que has ingerido previamente, ya que a veces 15 minutos de caminar, no son suficientes para disminuir la hiperglucemia ocasionada por la comida (hiperglucemia postpandrial).
Las insulinas rápidas actuales suelen tener una duración de unas 3 horas. Por tanto, la norma indica que cuando se realiza el ejercicio durante las 3 horas posteriores a las comidas, es aconsejable reducir la dosis de insulina para evitar la hipoglucemia. En cambio, ahora realizarás tu actividad a media tarde, por lo que en ese momento ya no actuará la insulina de acción rápida. En este caso el esquema recomendado será no reducir la dosis de insulina de la comida, realizar un control de glucemia antes de la actividad y tomar algún suplemento de hidratos de carbono antes o durante el ejercicio para mantener la glucemia.
Es habitual, sobre todo en niños y adolescentes, que el estrés físico del ejercicio (o emocional) provoque aumentos espectaculares de la glucemia. En estos casos es necesario valorar de forma muy estricta la alimentación, pues puede ser que en este caso particular, esté tomando demasiados hidratos de carbono antes o durante la actividad, lo cual sea en parte causa de la hiperglucemia. Por otro lado, si después del ejercicio aparece hiperglucemia, no hay que perder la calma ya que se debe tener en cuenta el efecto hipoglucemiante postejercicio que puede aparecer unas horas después. Esos valores de hiperglucemia tenderán a normalizarse durante las horas posteriores por lo que en muchos casos no es necesario poner más insulina en la cena para corregirlo.
Hola, mi hijo Marcos tiene 14 años y es diabético tipo I desde los 11. Juega en un equipo de fútbol-11. Cuando termina los partidos está en un nivel de 280 a 350. A las 2-3 horas, aunque coma y se ponga insulina, baja a niveles de 60-70. Hasta hace un año tras el deporte bajaba la glucemia inmediatamente. ¿Es normal?
En primer lugar, aumentar la frecuencia de controles de glucemia. Esto te ayudará a saber el efecto que tiene el ejercicio sobre tu organismo. Por otro lado, incrementar el consumo de hidratos de carbono, no solamente durante la actividad sino también en las horas posteriores (por ejemplo, en la cena). Además, es muy probable que a pesar de comer más, también necesites reducir tus dosis de insulina, especialmente de la insulina rápida antes y después del ejercicio. En ocasiones, también podrías necesitar reducir ligeramente (10-20%) la insulina lenta.
Por supuesto, no olvides llevar encima alimentos o bebidas ricos en hidratos de carbono que te ayuden a tratar la hipoglucemia de forma autónoma y te permitan mantener un nivel adecuado de hidratación.
El miedo a las hipoglucemias es muy común en personas con diabetes, siendo una de las principales causas por las que no hacen ejercicio. Está muy bien, puedes empezar con ejercicio de intensidad baja, como caminar o bailar. Te aconsejo que los practiques fuera de la influencia de las insulinas rápidas, es decir, unas 3 horas después de las comidas, así no notarás el efecto hipoglucemiante de la insulina unido al del ejercicio. Al principio, deberás realizar algún control de glucemia extra: siempre antes de comenzar la actividad, algún control durante y un control una vez finalizado el ejercicio. Lleva contigo siempre hidratos de carbono, mejor en forma líquida, como bebidas isotónicas, zumos o refrescos, pues aumentarán tus niveles de glucemia de forma muy rápida.
Finalmente, aumenta tu ejercicio de forma muy gradual, así podrás ir adaptando tus dosis de insulina o hidratos de carbono según la experiencia que vayas obteniendo.
El consumo de glucosa depende del producto entre la intensidad y la duración de la actividad. Las opciones 2 y 3 las realizas a mayor intensidad, pero tienen una duración menor que la 1. Por tanto, en estos 3 ejemplos el gasto total de glucosa será muy parecido aunque por supuesto difícil de cuantificar. Lo mejor es que lo adaptes a tus necesidades y apetencias del momento y analices cómo repercute sobre tus niveles de glucemia.
Una correcta hidratación es necesaria para una buena salud pero también para un mejor rendimiento deportivo. Elegir entre agua y una bebida isotónica o bebida deportiva suele depender del tiempo de ejercicio, pues en sesiones de más de 1 hora de actividad la pérdida de agua se acompaña de una pérdida elevada de electrolitos (sodio, potasio, etc.) que debería ser compensada con una bebida isotónica (no con agua sola). En el caso de tu hija hay un factor extra, el control glucémico. En este caso con la merienda previa al ejercicio si no aparecen hipoglucemias, debería tomar agua. En cambio, el uso de bebidas azucaradas aportaría una dosis extra de hidratos de carbono, necesaria en el caso de que aparecieran hipoglucemias de forma frecuente.
Hola Pablo. Los ejercicios de alta intensidad suelen activar estas hormonas de contraregulación, dando lugar a hiperglucemia después del ejercicio. Esto no quiere decir que sean nocivos o perjudiciales para la salud. Es el mismo caso de los ejercicios de musculación. Esto debes comprobarlo mediante los controles de glucemia, pues no todos los deportistas sufren estos efectos hiperglucemicos. Suele ser frecuente que los deportistas que participan en este tipo de deportes no deban reducir dosis de insulina ni tomar hidratos de carbono extras para practicarlo, manteniendo la glucemia de forma estable.
El efecto hiperglucemiante no tiene que ver con las cifras de glucemia, sino que es provocado por el alto estrés que supone el ejercicio de alta intensidad. En tu pregunta indicas si se puede prevenir evitando que la glucemia baje tomando bebidas isotónicas. No lo creo, seguramente conseguirás más hiperglucemia. Otro punto importante es realizar un extenso calentamiento aeróbico previo al ejercicio, pues así se disminuye el efecto hiperglucemiante del ejercicio de alta intensidad o del entrenamiento con pesas.
Estos suplementos a base de proteínas o aminoácidos suelen ser muy utilizados en el deporte, tanto para incrementar el volumen muscular como para mejorar el rendimiento físico. Su utilidad esta demostrada en algunos casos pero no se debe seguir la ley de “cuanto más… mejor”. Es decir, las dosis de suplemento deben valorarse según factores como tu peso, altura, horas semanales de entrenamiento, objetivos y, sobretodo, tu alimentación habitual. Si los tomas en exceso tienes el riesgo de incrementar el peso corporal. Además, el exceso de proteína en personas con diabetes se ha relacionado con empeoramiento de la función renal. Por todo ello, son suplementos que pueden tomar también las personas con diabetes pero que es necesario que algún profesional sanitario (no solamente deportivo) te oriente sobre las cantidades a utilizar.
Las sesiones de entrenamiento que indicas son adecuadas para una persona de edad madura y con experiencia en cuanto al entrenamiento y al control de su diabetes. Tu diabetes de larga evolución, no te ha dado ningun problema de complicaciones, esto quiere decir que eres una persona que has sabido controlar bien tu diabetes. Posiblemente el ejercicio te ha ayudado. Mi consejo es que sigas adelante y que sigas las normas de autocontrol sobretodo, glucemias capilares y manejo de dieta y modificación de las pautas de insulina. El consejo de futuro si te preocupa tu edad es que vayas haciendo controles periódicos de tu estado cardiocirculatorio con tu médico especialista.
Seguramente puede tener que ver con la programación de la dosis basal que utilizas en tu bomba de insulina, pues quizá tienes mayor efecto en unos horarios que en otros. Además, es habitual que el efecto hipoglucemiante post-ejercicio aparezca en las horas posteriores a la actividad. Es posible que al hacer ejercicio de mañana ese efecto se compense con la alimentación de la comida o cena. En cambio, si haces el ejercicio por la tarde noche ese efecto hipoglucemiante aparece de noche.
En efecto, las dosis de insulina de una persona con DM1 deportistas pueden llegar a ser de hasta un 50% menos que si es sedentario. Esto afecta tanto a la insulina rápida como a la retardada (o basal). En ocasiones, incluso, ante una práctica deportiva de muy larga duración se podría llegar a eliminar por completo una dosis de insulina. Por ejemplo, si se va a hacer toda una mañana de bicicleta de montaña podría llegar a ser necesario no poner la insulina rápida del desayuno. Eso sí, esto afecta a la insulina rápida. La insulina retardada se puede reducir ligeramente, pero en ningún caso se puede eliminar, ya que esto causaría una descompensación metabólica importante. En cuanto a tu segunda pregunta, decirte que todas las células del cuerpo necesitan y consumen glucosa. Cuando el cuerpo se pone en ejercicio, las células musculares consumen y necesitan mucho mas.
Puede ser totalmente normal. En ello también puede influir se habíais reducido la insulina respecto de los días en los que no hace fútbol. Es decir, si después del ejercicio se reduce la insulina, se reduce también tanto el riesgo como la intensidad de las hipoglucemias.
Lo más recomendable es parar el ejercicio durante algunos minutos hasta que te hayas recuperado de la hipoglucemia. No obstante, los deportistas con diabetes que ya tienen mucha experiencia toman el alimento y siguen con la actividad, especialmente en el caso de competiciones. En estos casos, los atletas toman alimentos que produzcan una rápida recuperación de las cifras de glucemia, como bebidas isotónicas, bebidas azucaradas o zumos de frutas, evitando aquellos alimentos ricos en hidratos de carbono pero con una absorción más lenta como galletas, chocolates o bollería.
La hiperglucemia por si sola no supone un riesgo para la actividad física. El problema radica en que la hiperglucemia puede estar asociada a una descompensación con incremento de cuerpos cetónicos. La actividad física por sí misma produce un ligero incremento de la producción de cuerpos cetónicos, por lo que si se practica ejercicio con niveles de cuerpos cetónicos elevados se podría ocasionar una descompensación metabólica mucho mayor. Para tener mayor seguridad se aconseja realizar una prueba de cuerpos cetónicos (en orina o en sangre) si antes de iniciar el ejercicio la glucemia es superior a 250 mg/dl. Eso sí, si la prueba es positiva debe suspenderse o retrasarse la actividad hasta que los valores se hayan normalizado.
Los ejercicios de muy alta intensidad, como los de fuerza muscular (pesas, halterofilia, etc.) desencadenan una gran activación de las hormonas de contraregulación. Ello puede dar lugar a un incremento de los niveles de glucemia después del ejercicio. Para reducir este efecto, sería aconsejable realizar un buen calentamiento que incluya ejercicios aeróbicos a moderada intensidad y, posiblemente, reducir la intensidad del ejercicio, incrementando el número de series o repeticiones. La electroestimulación tiene un uso importante en el tratamiento de lesiones o recuperaciones musculares, y poca repercusión sobre el control glucémico. Este tipo de suplementos que indicas no tienen efectos negativas especialmente para las personas con diabetes. En todo caso debes asesorarte sobre la dosis efectiva para tu deporte y para los objetivos que te plantees.