Llega el buen tiempo, cuidemos nuestra diabetes en verano
Llega el buen tiempo y con él las ganas de salir y de emprender un viaje, de disfrutar con los nuestros de días de montaña o de playa, debemos tener mucho cuidado para que no nos surja ningún contratiempo.
Para que nuestros planes de fin de semana no se vean alterados, ni nuestras vacaciones afectadas os dejamos como todos los años una serie de recomendaciones para el cuidado de la diabetes, con el fin de ayudaros a disfrutar al 100% de estos días de descanso.
El verano supone un cambio en las circunstancias de una persona con diabetes que puede influir en su control metabólico, por lo que conviene tener en cuenta que es posible que haya que adaptar su tratamiento.
Lo primero de todo, a la hora de preparar nuestro KIT de viaje para la diabetes, debemos tener en cuenta factores similares a los que nos planteamos cuando hacemos nuestra maleta, como son el tiempo que nos hará, la duración, además del tratamiento que nos han prescrito y las características de nuestra diabetes.
En la terapia de la diabetes incluimos dieta, ejercicio y medicamentos. Es muy habitual que la actividad física sea diferente en verano, como también que el tipo de alimentos varíe. Una persona con una buena educación diabetológica debiera ser plenamente capaz de ajustar la medicación al estilo de vida diferente, pero si las modificaciones en dicho estilo de vida son significativas debiera consultarse con el médico.
- Son muchas las personas, que al disponer de más tiempo libre y coincidir con mejores circunstancias climatológicas, aprovechan para hacer ejercicio durante sus vacaciones. Lo que en principio puede parecer bueno, puede ser peligroso si no se practica de manera controlada. Como siempre decimos lo ideal sería realizar ejercicio al menos 5 veces a la semana. El consejo médico es muy importante con respecto a las prácticas de ejercicio en verano, para prevenir riesgos. que lo ideal sería hacer ejercicio de manera habitual, al menos cinco veces por semana
- Cuando hablamos de la alimentación conviene destacar la importancia de beber mucha agua, ya que el calor y la deshidratación subsiguiente pueden entrañar un riesgo importante.
En esta época de viajes es fundamental no olvidarse de la medicación. Si vamos a viajar en avión es recomendable llevar un informe en el que se especifique que la medicación (sin olvidarse de agujas, lancetas, medidores de glucosa, catéteres, jeringas y pilas para bombas de insulina) tiene que transportarse en cabina. Además de glucagón, tampoco hay que olvidarse del azúcar para combatir las hipoglucemias. Aparte de para el viaje en avión, es conveniente llevar un informe médico por si surgiera cualquier contingencia durante las vacaciones:
- Si decidimos visitar lugares exóticos o a otros continentes, debemos pedir cita unos días con nuestro equipo médico para aclarar las posibles dudas sobre cambio horarios, alimentación, etc.
- Si toma antidiabéticos orales, Recuerde llevar el doble o triple de lo que normalmente utilizaría, si viaja acompañado, reparta en varios maletines los fármacos y siempre en bolsos de mano.
- Si se administras insulina, de igual manera llevar más cantidad de la que se necesitaría, así como agujas. La insulina puede estar a temperatura ambiente pero si las temperaturas son muy altas o muy bajas se recomienda utilizar una nevera portátil y protégela siempre del sol.
El ejercicio durante el viaje, los cambios en las actividades rutinarias y las horas de sedentarismo durante el viaje pueden afectar al control de la glucosa.Ya sea, viajar en avión, tren o automóvil, estará sentado durante largos períodos y la sangre se acumula en los pies y piernas. Esto puede causar inflamación y no dejar que la sangre circule correctamente. Si va a viajar en coche, pare cada dos o tres horas y de unos paseos cortos o haga algunos ejercicios de estiramiento. Si viaja en avión, tren o autobús levántese frecuentemente, camine de un lado para otro del pasillo.
Debemos prestar especial cuidado a los pies durante el viaje siempre con zapatos cómodos y que hayamos usado previamente, lleve sandalias de goma o zapatillas deportivas, para la playa o para el agua. Evite las medias o calcetines que le puedan interrumpir la circulación. Revise los pies diariamente usando un espejo y mantenga su cuidado rutinario, utilice cremas hidratantes, vaselina etc., pueden ser de gran ayuda para mantener la piel flexible. Si la piel va a estar expuesta al sol, use un protector solar para protegerla.
Recuerde que muchas excursiones, vistas culturales etc. representan un gasto de glucosa que puede ocasionar una hipoglucemia, vigile el control de glucemia con mayor frecuencia y tome ingesta de hidratos de carbono lentos para prevenirlas.
Por último, y no menos importante, es muy importante disfrutar, recargar pilas y desconectar.
Para cualquier duda referente a ese posible viaje, pongase en contacto con su equipo médico, ellos os la resolverán y ayudarán a evitar esos contratiempos que puedan surgir.
¡Bienvenido calor!