Paciente activo en diabetes Tipo 2
Responsable del proyecto en el área de salud de Zamora
La diabetes es actualmente una de las enfermedades crónicas no transmisibles más comunes en las sociedades contemporáneas de todo el mundo, una de las cinco primeras causas de muerte en la mayoría de los países desarrollados. Constituye uno de los mayores retos de la salud pública del siglo XXI, que afecta la calidad de vida de las personas, dado que el tipo de tratamiento al que se someten es de por vida, además de las complicaciones que genera la enfermedad. Su prevalencia continúa en ascenso en el mundo como resultado de una serie de factores socioculturales, entre los que sobresalen una mayor longevidad de la población, el progresivo incremento de la obesidad y el sedentarismo entre otros.. Desde su diagnóstico, el paciente tiene que realizar un laborioso autocuidado que va desde el autoanálisis, el ajuste del tratamiento dietético y farmacológico, el manejo de técnicas de autoinyección hasta otros aspectos como el cuidado de los pies, la higiene, etc.
La Educación para la Salud (EPS) es esencial en el abordaje terapéutico del paciente con diabetes. No podemos introducir la Dieta, el ejercicio y la medicación sin informar al paciente sobre su importancia y sin motivarlo para que adquiera protagonismo en el control de su enfermedad. Así se manifiesta en la Declaración de Saint Vincent (1989), dónde se afirma que ninguno de los objetivos que se proponen podrá cumplirse a menos que se desarrollen programas efectivos de educación en todos los niveles asistenciales y hace referencia al papel estratégico de la Atención Primaria.
Los programas educativos pretenden que las personas estén mejor preparadas para pensar por sí mismas, tomar sus propias decisiones y fijarse metas realistas. El objetivo a lograr es que las personas estén y vivan lo mejor posible.
El Proyecto de Paciente Activo en Diabetes Tipo 2, sigue el modelo desarrollado por la Universidad de Stanford. Este programa es una referencia a nivel internacional en el ámbito de la formación a pacientes afectados por enfermedades crónicas, en este caso, la Diabetes Tipo 2.
Podemos definir a un paciente activo como aquel paciente que se sabe el principal responsable de su salud, decide cuidarse, tiene las habilidades, la motivación, la confianza para hacerlo y quiere formar y ayudar a otros pacientes que padecen su misma patología crónica siempre en colaboración con un profesional sanitario, se convierte en una fuente de información y conocimiento en salud con capacidad de formar a otros pacientes. Esa formación de iguales, es decir, de paciente a paciente tiene una mayor capacidad de impacto y ofrece a veces una mayor credibilidad que la que pueden ofrecer los profesionales. Es un adiestramiento diferente al que pueden ofrecer los profesionales.
El programa ‘Paciente activo’, lleva más de tres años implantándose en la Comunidad de Castilla y León, centrándose en formar a pacientes expertos que sirvan de enlace entre profesionales y otros pacientes; y que personas afectadas que han llegado a controlar la enfermedad ayuden a otros en sus mismas circunstancias a manejarla, a implicarse en los autocuidados y corresponsabilizarse en la atención a su patología crónica. En Castilla y León hay 91 pacientes activos formadores, todos ellos presentan características comunes: voluntariedad, interés, motivación y buen control metabólico.
Ellos son los encargados de impartir los talleres a grupos de pacientes con diabetes con la supervisión de un profesional de enfermería. Los talleres se desarrollan en 5 sesiones de 2 horas de duración, en los que se abordan diferentes temas, como son:
- ¿Qué es la diabetes?
- Alimentación y ejercicio
- Técnicas de autocuidado
- Como realizar correctamente el tratamiento
- Como preparar las consultas médicas, y todo lo relacionado con la vida de las personas con diabetes.
Han participado 285 pacientes. Al finalizar la actividad se realiza una valoración cualitativa mediante encuestas de conocimientos y calidad de vida, en ellas vemos que:
- Los pacientes son más proactivos en el manejo de su salud
- Incrementan el ejercicio físico
- Aprender a realizar una alimentación saludable
- Mejoran la relación con los profesionales sanitarios y con su entorno familiar y social,
- Se corresponsabilizan en el seguimiento de la medicación y las recomendaciones de los profesionales sanitarios.
El éxito de la formación entre iguales, es decir de paciente a paciente, radica en que ambos hablan el mismo lenguaje, sin utilizar tecnicismos, que pueden ponerse en su lugar porque han pasado por sus mismas situaciones, que entienden sus dificultades a la hora de seguir un tratamiento, aspectos que los profesionales de la salud nos resulta más complicado porque hablamos desde la ciencia y no desde la experiencia de ser paciente.